jueves, 29 de octubre de 2020

La responsabilidad de recordar

 

MEDIO SOL AMARILLO
Chimamanda Ngozi Adichie
Literatura Random House
2017


Terminé de leer este libro, que tenía aplazado, hace unos pocos días, y aún siento su impacto, por lo que cuenta pero, sobre todo, por cómo lo cuenta, con un dolor sereno y directo para narrar el horror, el hambre, la muerte de la gente y la muerte de los sueños.

La historia se cuenta a través de cinco personajes: Olanna y Odenigbo, ella, hija de un hombre rico de Nigeria. contratista del Estado; ha estudiado en Oxford pero se ha enamorado de un profesor universitario que pregona  la independencia del pueblo igbo del colonialismo inglés y del pueblo hausa del norte, apoyado por Gran Bretaña. Ugwu, un chico del pueblo que llega a servir en casa de Odenigbo, y a quien éste se empeñará en educar; Richard Churchill, blanco, inglés, enamorado del arte de Igbo-Ukwu y de Kainene, la hermana de Olanna.

Odenigbo y los intelectuales de su entorno universitario incidirán en la declaratoria de independencia de la región sureste de Nigeria y en la creación de la efímera República de Biafra. Luchan porque su propia gente no se discrimine entre sí, porque adquieran orgullo de ser quienes son, aun cuando todos quieren hablar inglés perfecto y obtener cosas modernas; dejan de lado sus raíces. Ugwu ya no sabe comer ñame sin mantequilla, y añora las cosas refrigeradas.

Se desata la guerra civil entre Nigeria, apoyada por los ingleses, y la pequeña república, quien ve tomadas sus ciudades en un avance imparable; la gente huye, se desplaza a campos precarios de refugiados; los nigerianos no dejan aterrizar los aviones con la ayuda humanitaria y los biafreños empiezan a morir de hambre por miles.Odenigbo y Olanna deben huir con su hija, dejar su casa universitaria y buscar refugio con los demás pobres y desplazados. Los sueños de independencia y la fe de Odenigno se vienen abajo entre la muerte y el alcohol. Olanna debe aprender a luchar por alimento, por mantener una vida medianamente decente, por evitar que recluten a la fuerza a Ugwu.  Sus padres han huido a Londres.

Los soldados biafreños agreden a la gente que se supone los apoya; la roba, viola y mata. Kainene y Richard también deben dejar su casa en la costa; ella dirige un campo de refugiados; hacen operaciones de contrabando en la frontera para conseguir alimentos; algunos no vuelven nunca más.

La nueva  república solo dura tres años; al final, han sobrevivido los corruptos, los ricos, las nuevas élites que surgen en cada régimen, no importa de qué orientación sea; y los atropellos permanentes contra los vencidos, la omnipotencia del poder armado, el desprecio al otro así sea de su mismo color de piel.

Pero en medio de todo esto, se sucede la vida, con su belleza y su miseria, el amor, las flaquezas humanas, los sueños que incendian el alma y terminan en un montoncito de cenizas, las pérdidas, y una vez más la esperanza en la risa de una niña. Sin embargo para otros, como para Richard Churchill, ese inglés enamorado de Africa y que quiso escribir un libro llamado El mundo guardó silencio cuando morimos, la vida en adelante "siempre sería como una habitación iluminada por velas: solo vería las cosas en sombras, apenas unos atisbos".

Chimamanda Ngozi Adichie (Nigeria, 1977) estudió  comunicación y ciencias políticas en Filadelfia y escritura creativa en la Unviersidad John Hopkins de Portland. Ha publicado varias novelas que han sido premiadas: La flor púrpura, ganadora del Commonwealth Writer´s Prize y el Hurston/Wright Legacy Award; Americanah, galardonada con el Chicago Tribune Heartland Prize 2013 y el National Book Critics Circle Award 2014; así como varios relatos. Por  Medio Sol Amarillo obtuvo el Orange Prize for Fiction y fue finalista del Nacional Book Critics Circle Award.


En entrevista con elpais.com dijo: "Escribir Medio sol amarillo fue muy difícil. Emocionalmente, para mí, porque investigué mucho. Leí todo lo que pude sobre Biafra, pasé mucho tiempo en archivos y bibliotecas. Escuché muchas emisiones de radio de la época. Y, sobre todo, miré muchas fotografías. De pronto me di cuenta de que mis padres estaban ahí. Mi abuelo murió en un campo de refugiados como ese. Mi hermano mayor nació durante la guerra. Todo esto provocó una gran fuerza emocional en mí. También sentía un gran sentido de la responsabilidad. Quería hacerlo bien. Se lo debía a mi abuelo, a mi generación de nigerianos, tenía que hacerlo bien por ellos, muchos no sabíamos qué había pasado.(https://elpais.com/elpais/2019/12/04/eps/1575477143_604947.html)

Según elespañol.com, "Su visión de la literatura es oscura. Le atrae la melancolía, la tristeza y la nostalgia. Aunque siempre lo hace desde una ficción realista, inspirada en bocados de realidad. Para ella lo importante de la ficción es humanizar la historia, hacer una conexión emocional con el lector para que recuerde."(https://www.elespanol.com/cultura/libros/20171004/251725161_0.html)

La voz de Chimamanda es clara, fuerte, directa, sin caer en melodramas ni en conmiseraciones; es implacable, lúcida y hondamente poética. En su obra ha rescatado esa generación atropellada de nigerianos, su memoria. Y es la voz de las mujeres, que son quienes cuidan enfermos, niños, pelean por la comida, consuelan, aman, sufren, lloran y ríen. Las mujeres que llevan en sus manos el mundo y la vida.

Todavía hoy Nigeria se debate en la corrupción, la pobreza y la violencia; sigue presa en las redes que dejó el colonialismo, redes y nudos que se extienden y no puede romper, y que las élites del poder no permiten abandonar, ellas también presas  de la codicia, haciéndole el juego a los países extranjeros que solo quieren los recursos del país y que, cuando se van, lo dejan en caos, al garete, y a la gente sin mayor educación ansiando lo que no puede tener.  

He sentido que esta historia nos es dolorosamente conocida y cercana, por el largo coloniaje que aún nos marca, por la pobreza, por la falta de educación que nos impide volar, por la corrupción sin compasión, por la guerra fratricida, por el odio inculcado. Y nosotros, como esta autora, también tenemos el deber de recordar para reconstruir.


sábado, 3 de octubre de 2020

Tesoros Medievales

 

EL ULTIMO TESORO VISIGODO

José Calvo Poyato

2018

Una noche lluviosa del verano de 1858, en las huertas de Guarrazar, en Guadamur, un pueblo cercano a Toledo, Francisco Morales encontró un tesoro sepultado en una fosa. No sabía qué eran esas hermosas cosas de oro con piedras preciosas, ni a quién pertenecían: coronas con cadenas para colgar y letras, y cruces decoradas.

Se las llevó y su esposa e hijas las lavaron; relucían sobre la rústica mesa de comer de su casa. Tal vez, por fin, saldrían de la pobreza. Con temor, rompió en pedazos una de las piezas y los llevó a un joyero de Toledo. Se los compró al peso, pero en la joyería había alguien que sí tenía más idea de qué eran esas piezas, y las quiso para su colección a toda costa. Y también alguien más encontró otra fosa con tesoros.

Eran los últimos tesoros del reino visigodo de Toledo. Quienes huyeron hacia Asturias en el año 711 cuando llegaron los árabes, las enterraron pensando que pronto podrían volver por ellas, cuando los invasores se hubiesen marchado hartos de saquear. Pero no sabían que se quedarían siete siglos en España.

El tesoro fue sacado de España  y vendido al Museo de Cluny, en Francia, por un francés que supo del hallazgo y un joyero de Toledo; luego de muchos trámites diplomáticos, una parte del tesoro regresó a España en tiempos de Franco. Hoy se exhiben en el Museo Arqueológico de Madrid. También existe en Toledo un Museo de la Cultura Visigoda que reúne valiosas muestras de lo que fueron e hicieron los visigodos en España.

José Calvo Poyato es historiador y novelista; miembro de la Academia Real de Córdoba, ha obtenido varias menciones y premios por sus novelas históricas, entre ellas El sueño de Hipatia, Conjura en Madrid, los galeones del rey, y La Ruta Infinita, sobre la vuelta al mundo de Magallanes.

En esta novela, es posible que le falte un poco de intriga pese a las peripecias del francés y del joyero en la venta ilícita del tesoro, pero la historia que narra es apasionante, la historia de un pueblo migrante, guerrero, cuyo último reino tuvo su centro en Toledo y cuyos últimos tesoros fueron objeto de avaricia y ambición por quienes los hallaron y manipularon, llegando hasta el crimen por obtener beneficios.







martes, 29 de septiembre de 2020

La Primera España

VISIGODOS
La verdadera historia de 
la primera España

José Javier Esparza
Editorial Esfera de Libros
2018



"Érase una vez un caudillo tribal llamado Berig que abandonó sus tierras escandinavas con un tercio de su pueblo. Marcharon y siguieron marchando. Marcharon porque no había comida para todos [...] Medio milenio después, aquel pueblo fundaba un Reino en una tierra llamada Hispania. [...] Fueron los visigodos, en efecto, los que por primera vez crearon un Estado en España. Fue entre los siglos VI y VIII".

Asi comienza este maravilloso libro de ensayo histórico que narra la aventura de un pueblo germano desde cuando migra de su tierra, en la época en que muchos otros pueblos también migraron hacia Europa, hasta cuando cae en el año 711 porque no pudo repeler la invasión musulmana. 

Y ¿por qué no pudo defenderse? Porque el Reino de Toledo, que costó tanta sangre y tanto esfuerzo por establecerlo, se fragmentó por dentro, entre la religión católica utilizada como arma política, las ambiciones de los nobles y la pobreza generalizada de los desposeídos. Suena conocido este escenario.

Rey Rodrigo
En 711 el reino visigodo estaba dividido en dos bandos rivales que, aparentemente, se unieron para repeler a los árabes, pero uno de ellos les abriría las puertas. El último rey visigodo, Rodrigo, murió en la batalla del río Guadalete. El reino visigodo desapareció de la historia, y con él esa saga que comenzó en el siglo I en una tierra que se llamó Götaland, que continuó en lo que hoy es Polonia, llegó al mar Negro, y luego a las fronteras del imperio romano; allí se dividieron en tervingios y greutungos, pero los historiadores romanos los llamaron visigodos y ostrogodos. 

Los visigodos querían tierras para su gente y Roma quería soldados para su ejército e impuestos. Esa pugna terminaría con los visigodos saqueando Roma en el año 410, dirigidos por Alarico, y en el 476 por Odoacro. Comenzaba la Edad Media.

Continuaron migrando, como otros tantos pueblos, buscando esa tierra: sur de Italia, la Galia, en donde fundaron el Reino de Tolosa. 
Eurico
 Se romanizaron, se convirtieron al cristianismo, aunque al arriano. Juntos, bárbaros (o sea extranjeros) y romanos, derrotaron a Atila en los Campos Cataláunicos. Por fin llegarían a Hispania, en donde ya estaban los iberos, los celtas, los romanos;  Barcelona fue la  primera capital, y después Atanagildo, uno de los pocos reyes visigodos que murió de muerte natural, trasladó el centro de poder a Toledo.

En el año 572, Leovigildo se coronó como "el primer rey visigodo español". Fue "el verdadero constructor del reino", unificando las comunidades, la religión y el territorio. En 587 Recaredo se convirtió al catolicismo como via para lograr la fusión social, a disgusto de los nobles visigodos arrianos, y a partir de allí la Iglesia romana adquirió un enorme poder económico y político. 

Y así, entre luchas de poder, disputas religiosas, rebeliones, magnicidios, guerras, peste y hambre, desfila en este libro un reino que duró más tiempo intentando forjarse, que permaneciendo, un reino que  desapareció porque  las disputas internas de poder entre los nobles y los reyes que ellos mismos elegían les impidieron enfrentar la invasión árabe.

Quedaron los códigos legales que dictaron, las obras de Isidoro de Sevilla, la hermosa orfebreria y sus coronas votivas que estuvieron ocultas y enterradas hasta el siglo XIX, algunas construcciones sólidas romano-germánicas, las ruinas de la ciudad de Recópolis, algunos apellidos comunes "como Rodriguez, Ramirez, Ruiz, Gutiérrez, Guzmán, Alvarez o Fernández", porque "los visigodos no murieron; como la energía, se transformaron. Se transformaron en lo que nosotros somos hoy".  

José Javier Esparza (Valencia, España, 1963), "escritor y periodista, lleva años entregado a la tarea de reconstruir la identidad española a partir de su Historia. De ello son testimonio su exitosa trilogía La Reconquista, de la que se han vendido decenas de miles de ejemplares, La cruzada del océano, sobre el descubrimiento y conquista de América, La historia de la yihadTal día como hoy. Almanaque de la Historia de España, Tercios. Historia ilustrada de la legendaria infantería española y Visigodos. La verdadera historia de la primera España.  En la misma línea abundan sus novelas históricas sobre los primeros tiempos de la Reconquista: El caballero del jabalí blancoEl reino del norte y Los demonios del mar, todas ellas publicadas en La Esfera de los Libros."
(http://www.esferalibros.com/autor/jose-javier-esparza/)


Tesoro visigodo de Guarrazar
Corona votiva de Recesvinto

Tesoros medievales

domingo, 2 de agosto de 2020

LECCIONES OLVIDADAS

  
EL JINETE PALIDO
1918: La epidemia que cambió el mundo
Laura Spinney
2017

Este es un libro que todos deberían leer. Han pasado cien años desde esa tragedia, y aquí estamos otra vez enfrentando una pandemia. Si bien la medicina ha avanzado mucho desde entonces, aún no se tienen vacunas contra esos virus. Porque la pandemia de 1918 la ocasionó un virus H1N1. E igual que entonces, ha azotado con mayor fuerza a las poblaciones pobres, hacinadas y mal alimentadas.

"La gripe española infectó a una de cada tres personas del planeta, a 500 millones de seres humanos. Entre el primer caso registrado el 4 de marzo de 1918 y el último, en algún momento de marzo de 1920, mató a entre 50 y 100 millones de personas, o a entre el 2,5 y el 5 por ciento de la población mundial, una variación que refleja la incertidumbre que aún la rodea", dice la autora Laura Spinney.

"La pandemia de 1918 aceleró el ritmo de los cambios en la primera mitad del siglo XX y ayudó a configurar nuestro mundo moderno. Si todo esto es cierto, ¿cómo es que aún seguimos pensando en la gripe española como una nota a pie de página de la primera guerra mundial? ¿Realmente la hemos olvidado?"

En el libro, la autora habla sobre cómo se fueron descubriendo los virus, y cómo los humanos fueron sensibles a las infecciones desde cuando empezaron a asentarse, a cultivar y a domesticar animales. Se ha descubierto que las aves acuáticas son "el reservorio natural de la gripe", y que ésta infecta a otros animales como el cerdo, los perros los murciélagos, los caballos, las focas y las ballenas.

Se cree que la gripe de 1918 se desató primero en Kansas, Estados Unidos -tal vez por patos migratorios y/o peste equina-, y de allí la llevaron a Europa los soldados que iban para el frente aliado. Se extendió por el mundo entero, y solo quedaron a salvo la Antártida, la isla de Santa Elena y la isla de Marajó en la desembocadura del Amazonas. Hizo estragos en Brasil, en Chile, en Perú, en los pueblos indígenas de Alaska, en la población india sometida a coloniaje británico, en la servidumbre de las grandes mansiones parisinas, y en Zamora, España, por la presión del obispo para celebrar misas multitudinarias y por las pésimas condiciones higiénicas de la ciudad.

En la primera oleada, "la inmensa mayoría de las personas que contrajeron la gripe española solo presentaron los síntomas de una gripe común: irritación de garganta, dolor de cabeza y fiebre", y se recuperaron. Pero en la segunda oleada la gripe fue peor y se complicaba con neumonía. "Los pacientes no tardaban  en tener problemas para respirar. En sus pómulos aparecían dos manchas de color caoba y, al cabo de unas pocas horas, esa tonalidad había cubierto sus rostros...". Luego las personas se ponían azules e iban ennegreciendo. "Una vez que aparecía el color negro, la muerte sobrevenía en cuestión de días o de horas". En las autopsias se descubrió que las personas tenían los pulmones rojos e inflamados, y que morían ahogadas en sus propios fluidos. "Los enfermos sufrían mareos, insomnio, pérdida de audición u olfato y visión borrosa". Una característica de la gripe fue la alta infecciosidad antes de la aparición de los síntomas. Los que sobrevivieron "se sumieron en un prolongado estado de lasitud y desesperación", una depresión y melancolía difícil de superar. 

La gripe se llamó "española" por un error, porque los parisinos -que desconocían lo que pasaba en sus trincheras de guerra por la prensa censurada-  se enteraron de que "las dos terceras partes de los madrileños habían enfermado en solo tres días". En todos los países se trataba de encontrar un culpable externo, y en algunos países se culpó a los pobres y a los trabajadores. Las medidas que se adoptaron fueron "la higiene, la cuarentena y la cremación", cuando se podía luchar contra la superstición y el miedo. 

Hospital para enfermos de gripe española
El libro es impactante, no solo por la serie de dolorosas similitudes de la gripe de 1918 con la actual pandemia que azota al mundo, sino también  porque los descubrimientos han puesto de relieve que el virus saltó a los humanos a través de animales que han sido domesticados, como los patos que los chinos entrenan para que limpien los arrozales.  Los humanos hemos atraído "activamente hacia nosotros a reservorios animales de gripe, e incluso hemos creado otros nuevos, mediante la domesticación de animales silvestres. De ser cierto, podría ser que la mayor amenaza para nuestra salud en la próxima pandemia de gripe no fueran las aves silvestres y que esta se encontrara más cerca de casa", escribe en 2017 la autora.

En las tasas de mortalidad incidieron, y siguen incidiendo hoy, "las situaciones de desigualdad en la sociedad, los lugares donde construían sus viviendas, sus dietas, sus rituales e incluso su ADN".

Esa gripe tardó en remitir, señala Spinney: "el pico central de la curva de mortalidad en forma de W se redujo hasta que, entre 1922 y 1928, dependiendo del lugar del mundo en que se estuviera, la W se transformó en una U". La gripe eliminó a las personas menos sanas, las que estaban ya afectadas por malaria y tuberculosis entre otras enfermedades. Los supervivientes se reprodujeron más y, en teoría, fueron más sanos; no obstante, otros quedaron con secuelas durante meses e incluso años. Y las sociedades mostraron un "doloroso desajuste, desmoralización, desorden", miles de huérfanos, viudas e inválidos que fueron olvidados.

Laura Spinney nos muestra una radiografía de lo que era el mundo en 1918, pero también de cómo sigue siendo, pese a los avances de la medicina, de la investigación, y de la sanidad pública. Entonces, ¿cómo es que estamos otra vez enfrentando una pandemia similar a la de entonces? ¿Cómo es que pudiéndose prevenir, no se hizo? 

Este libro debe leerse para entender, para aprender, para recordar las lecciones olvidadas, y evitar así que el sufrimiento de la gente sea una simple estadística. No sé si la humanidad cambie, lo dudo porque todos anhelan volver a como estaban antes, pero debe reflexionarse en que si este virus saltó de un animal al hombre, como antes, es porque los humanos han invadido el espacio de los seres silvestres, arrasando sus hábitats. Igualmente, la desigualdad socio económica es más grande, los migrantes por hambre, o por clima, o por pobreza aumentan; los países dejan de invertir en un sistema de salud sólido, o el sistema está corroído por la corrupción, y eso tiene que cambiar. Es la única manera de poder enfrentar estas pandemias de manera efectiva y solidaria.

Dice Laura Spinney en entrevista a abs.es  sobre el covid-19: "La pandemia es una advertencia sobre los peligros reales que afronta la humanidad, y es algo que no puede separarse del cambio climático... Creo que necesitamos pensar de una forma más holística acerca de cómo estamos en el mundo. Somos una gran cantidad de personas, nunca ha habido tantos humanos en la Tierra, y necesitamos muchísimos recursos para mantenernos. Así que: ¿cómo los conseguimos sin dañar al planeta y sin cambiar los ecosistemas de una forma que es perjudicial para nosotros mismos y para las otras especies que comparten este planeta con nosotros?" 

Laura Spinney (Gran Bretaña, 1971) es escritora y periodista científica, ha escrito para Nature, National Geographic, The economist, New Scientist y The Guardian. Es autora también de dos novelas: The Doctor y The Quick y del libro de relatos orales  Rue Centrale, portrait of an European City.(https://en.wikipedia.org/wiki/Laura_Spinney y  http://www.lauraspinney.com/)


 

martes, 21 de julio de 2020

Las dudas de la fe

THEODORE
Las memorias heréticas de un sacerdote homosexual
Christopher Harris
Ediciones Jaguar


Theodore nació en Tarso en el año 602.  Cuando era niño, fue entregado a un monasterio para ser educado, como todos los hijos de aquellos que habían sido asesinados por "herejes" al seguir las ideas de los "dualistas" que negaban la naturaleza material del Salvador. En el monasterio le inculcaron la teoría ortodoxa de la Iglesia, que preconizaba  que Cristo era dios y hombre, "cada uno perfecto y separado del otro, ambos místicamente fundidos, igual que cuerpo y alma están unidos en el hombre". Los maestros no aceptaban cuestionamientos, pues había misterios que simplemente tenían que aceptar.
A los dieciseis años, el abad del monasterio consideró concluida su educación y le instó a irse a continuar estudios a Atenas, a donde nunca llegó. En el camino conoce a Nicolás, quien lo convence de ir a una comunidad ascética en Capadocia. Sigue a Nicolás dejándose "engañar por el deseo", y la abandonará cuando éste lo rechace. Lo que para Theodore era natural, para Nicolás era una abominación. 
Monasterio en Capadocia
Continúa, entonces, su deambular buscando conocimientos y respuestas. Conocerá a Basilio, un sabio retirado que le enseñará rudimentos de medicina y filosofía; seguirá al ejército del emperador bizantino Heraclio en su persecución de los persas; irá a Antioquía, a Constantinopla, será monje en un monasterio italiano asolado por los lombardos, y terminará en Roma. 
Hará amistad con Adriano, un monje africano y compartirá con él los placeres sensuales y los intelectuales. Este será, tal vez, el único amigo que tuvo.
El papa Vitaliano lo nombrará Arzobispo de Canterbury, para recuperar Inglaterra del paganismo creciente y que la iglesia inglesa retome la ortodoxia de Roma; Adriano le acompañará hasta su muerte, pese a que la amistad ha cambiado con el paso del tiempo.
Catedral de Canterbury
En fin, es un libro que describe la Edad Media del siglo VII, con todas las disputas teológicas entre los ortodoxos y todos los demás que la Iglesia romana consideraba herejes: arrianistas, nestorianos, dualistas, monofisitas, cada uno con su interpretación de la naturaleza de Cristo; y también con todas las luchas de poder entre gobernantes, monjes, invasores bárbaros; es una descripción muy completa del mundo medieval, aunque algo sombría. 
Desde ese punto de vista es interesante la obra, pero como novela es "plana", no tiene drama, ni puntos de suspenso. El protagonista es un hombre melancólico y solitario que le da vueltas  a su naturaleza sexual buscando comprenderla; también es un erudito, una persona que ama el conocimiento, el mismo que muchas veces le hace dudar de la misma ortodoxia que está obligado a seguir.
Dos temas me llamaron la atención: un encuentro entre Theodore y un magus persa, quien le dijo que el cristianismo no era producto de la revelación divina, sino un "desarrollo histórico de otras religiones" que en un principio fueron politeístas; el cristianismo reformó el paganismo griego y romano, un dios fue subordinando a los otros; igual ocurrió con los persas, hasta llegar a Zaratustra. La conversación con el magus  le hizo dudar "de la inevitabilidad y la veracidad de la cristiandad y dejó abierta la posibilidad de que los heréticos pudieran tener tanta razón como los ortodoxos".
San Teodoro de Canterbury
https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
El otro tema a destacar, por los tiempos que nos corren, es el de una peste que asoló Roma en el año 667. Leyó todo lo que se había dicho de estas plagas y no supo encontrar una causa. Terminó por recomedar lo que había escrito Procopio durante el reinado de Justiniano en Constantinopla: un sistema de cuarentena, aislando la ciudad a la fuerza y preparando "edificios aislados para albergar a los ciudadaos o visitantes que ya estaban infectados". Vivió, entonces, los meses más tristes que hubiera conocido; las muertes continuaron y los alimentos comenzaron a escasear; la gente, en un principio, trató de mantenerse aislada en sus casas, pero luego el hambre los obligó a salir, y "como suele suceder en situaciones adversas, se intentó culpar del problema a la gente de fuera"; hubo asesinatos y disturbios, y al final la peste remitió. "El sistema de cuarentena, aunque no logró resultados milagrosos, sí tuvo éxito y en agosto se declaró que la  epidemia había remitido".
Luego salió para Inglaterra, en donde murió en el año 690; reformó la iglesia de Inglaterra y fundó con Adriano una escuela en Canterbury.
christopher-harris.co.uk
Chistopher Harris (Londres, 1951) estudió arte y biología, y se dedicó a la enseñanza de ciencias durante varios años, labor que interrumpió para viajar por Italia, Grecia y Turquía investigando sobre el imperio bizantino.  Ha escrito, además de Theodore, las novelas Falso Embajador, Memorias de un Eunuco Bizantino, y Mappamundi entre otras obras.

lunes, 29 de junio de 2020

El paraíso tiene sombras

LA DESAPARICION DE STEPHANIE MAILER
Joël Dicker
Editorial Alfaguara
2018


En la fiesta de despedida de la policía de Jesse Rosenberg, Stephanie Mailer le dice que no resolvieron bien el caso del asesinato del alcalde, su familia y una paseante, ocurrido hace veinte años en Orphea, una pequeña y tranquila ciudad de veraneo de gente adinerada en la región de los Hamptons, cerca de Nueva York, durante el primer festival de teatro que iba a tener lugar. Le dice que se equivocaron de culpable, que no vieron la respuesta que tenían delante de sus ojos,  y que dentro de poco hablará con alguien que tiene las pruebas de lo que afirma. 

Rosemberg investigó ese caso con  Derek Scott, dos jóvenes inspectores entonces,  que asumieron  el que fue su primer caso exitoso. Descubrieron al culpable, y ahora una periodista de un diario local dice que se equivocaron. Pero Stephanie desaparece, sus padres han puesto una denuncia, no saben de ella hace varios días. Pese a estar a cuatro días de su retiro, Rosemberg empieza a averiguar por el paradero de la joven. Le pide ayuda a Derek, pero éste no quiere reabrir un caso que fue doloroso.  

Pese a sus reticencias, Derek decide ayudar a Rosemberg, con el apoyo de Anna Kanner, subjefa de la policía de  Orphea. A medida que avanzan, y a medida que se va acercando el vigésimo festival de teatro, un asesino va eliminando los posibles testigos y sospechosos; tal vez sí se equivocaron de culpable hace veinte años.
Westhamptoms

La historia va siendo contada por los distintos protagonistas, principales y secundarios; unos narran en 2014 y otros desde 1994, y de ese coro de voces y miradas retrospectivas surge un escenario de dramas familiares, mentiras, omisiones, infidelidades, oportunismos, y  corrupción en la dirigencia política de la ciudad.

La verdad, me ha parecido una buena novela policíaca y de misterio, de esas que te absorben al punto de hacerte olvidar esta horrorosa pandemia que vive el mundo; de las que hacen dejar de lado el trabajo y los deberes, porque solo quieres retomarla para saber qué sigue, hasta un final complejo e inesperado que, curiosamente, deja un asesino suelto, uno circunstancial, tan inexperto que confiesa  y no le creen.

Tiene personajes trágicos, patéticos, confundidos, libreros, periodistas, un crítico que quiere ser artista reconocido, un exjefe de policía que quiere ser dramaturgo, todos con un secreto del pasado, con una culpa a cuestas, con motivos para matar o sin motivos, y que se van descubriendo a través de sus acciones, en una trama frenética que contagia irremediablemente al lector.


No tiene grandes figuras ni frases literarias, el lenguaje es dinámico, necesario, y cumple su propósito de hacer de la lectura un placer, el mismo que dice el autor haber sentido al escribirla. 

Joël Dicker (Ginebra, 1985), en entrevista con El Tiempo, dice: "Tengo que ser yo mi primer lector y si escribo es porque me gusta leer, la lectura es lo que me ha llevado a la escritura, entonces descubro el libro a medida que lo escribo, y el hecho de sentir placer, de hacerme preguntas del tipo ¿será esto? ¿no será? es muy importante en la historia. No sé si voy a tener éxito, si a los lectores les va a gustar o no, no es una ciencia, pero sé que si yo siento placer, entonces valió la pena escribirlo."(https://www.eltiempo.com/cultura/musica-y-libros/entrevista-con-joel-dicker-autor-de-la-novela-la-verdad-sobre-el-caso-harry-quebert-300022)
Entre sus obras están La verdad sobre el caso Harry Quebert (Gran Premio de la Academia Francesa, 2012), Los últimos días de nuestros padres (Premio Goncourt de los Estudiantes) y el Libro de los Baltimore.

martes, 28 de abril de 2020

Los límites de la ira

SOBRE LOS HUESOS DE LOS MUERTOS
Olga Tokarczuk
Premio Nobel de Literatura 2018
Editorial Océano
2015


Janina Duszejko es una ingeniera jubilada que vive sola en una cabaña en las afueras del pueblo polaco de Klodzko, cerca de la frontera con "Chequia".  Una noche la va a buscar su vecino Pandedios para decirle que Pie Grande ha muerto. Janina, que odia su nombre, suele ponerle otros nombres a las personas que conoce según su apariencia. Pie Grande era un cazador furtivo, desagradable y cruel con los animales. A Janina nunca le gustó, lo denunció a la policía y no hicieron nada. Ahora está muerto, atorado por un hueso de corzo.  Viéndolo, tratando de arreglarlo con Pandedios en su sucia covacha, Janina piensa de pronto que su muerte podía constituir algo bueno, porque lo liberó de su desordenada vida y "liberó a otros seres vivos de él". De pronto se da cuenta  "de qué buena podía ser la muerte, oportuna como un desinfectante o una aspiradora".


La señora Duszejko es aficionada a los horóscopos, a relacionar las cosas según los planetas. Da clases de inglés a los niños y lee a Blake;  ayuda a Dioni, antiguo alumno suyo, a traducir sus poemas y cartas. Cuida las casas vecinas y recorre sus colinas cubiertas de nieve; han levantado unas torretas de madera para los cazadores, y ella siente ira por las matanzas sin sentido de los animales. Y "quien siente ira y no actúa, propaga la epidemia. Eso es lo que dice Blake".

Aparecen otros cadáveres y rastros de animales a su alrededor; es la venganza de los animales, dice Janina.


Este es un libro sobre la ira, la ira como un fuego que quema por dentro, por la impotencia, por sentirse inútil,  por no ser escuchado, por ser tratado de loco por creer que los animales son valiosos. Janina le pide al médico algo que la insensibilice, que la haga no preocuparse y poder dormir.  Ve que ella y sus contados amigos pertenecen  a "ese grupo de gente que el mundo considera inservibles", que no han hecho nada importante, y que si faltaran, nada cambiaría, "nadie se daría cuenta". También es un libro sobre la soledad,  y sobre los riesgos de la intransigencia, sobre el daño que causa solo escucharse a sí mismo, sobre la ira llevada al extremo.


En la novela, la realidad es  implacable, como el paisaje en que se mueven los personajes, como el invierno, duro, cortante. Pareciera ser mejor la realidad del otro lado del horizonte: "allí estaba Chequia. Allá huía el sol cuando se hartaba de ver aquí tanto horror". Allá iba a dormir Venus, y hasta el lenguaje de ellos era inapropiado para discutir. La  realidad de la señora Duszejko se traslapa con lo irreal; en el cuarto de caldera de su casa encuentra al fantasma de su madre que mira confundida las paredes, y piensa que ha sido ella la que la ha traído a este sitio.En entrevista con lavanguardia.com, la autora  dice que "los psicólogos no trabajan con la realidad, hablan de la ‘realidad psicológica’, esa construcción mental en la que habitamos. Por eso nunca separo lo real y lo irreal." (https://www.lavanguardia.com/magazine/20200322/474261125968/tokarczuk-nobel-literatura-entrevista-polonia.html)


Olga Tokarczuk (Sulechów, Polonia, 1962), sicóloga, poeta y narradora, galardonada con numerosos premios como el Nike, de Polonia, y  Man Brooker de 2018;  recibió el Premio Nobel de Literatura 2018. Entre sus obras están El viaje de los hombres del libro, Los Errantes, Los libros de Jacob, En un lugar llamado Antaño. Vive en  Wroclaw, Polonia, una ciudad de calles medievales que tiene más de ciento ochenta figuras de gnomos en bronce. 
Gnomos de Wroclaw 

"Los estudiosos de la genealogía de los gnomos se remontan a los orígenes mismos de la ciudad. Resulta que cuando los humanos levantaron la ciudad encontraron que en el río habitaba un diablillo que les comenzó a hacer la vida imposible. En Wroclaw, todo el mundo sabe que cuando los pájaros ensucian tu coche recién lavado, que cuando los abuelos pierden las gafas de leer, o tú no encuentras tu móvil, no es por descuido o mala suerte, sino que son fechorías del diablillo del Öder. Contra él luchan los gnomos, famosos por su bondad, desde que los habitantes de la ciudad les pidieron ayuda. Desde entonces, conviven en armonía." (En https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/wroclaw-ciudad-polonia-habitada-por-gnomos_12697/5)
Nada más apropiado para una escritora que no separa lo real de lo irreal

jueves, 9 de abril de 2020

La red de la vida

LA INVENCIÓN DE LA NATURALEZA
Andrea Wulf
Ediciones Taurus
2016


"La primera vez que vio la Cruz del Sur, Humboldt comprendió que había hecho realidad los sueños de su "más tierna infancia" ". Era el año de 1799. Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland entraron  a Suramérica por Cumaná, capital de Nueva Andalucía en la Capitanía General de Venezuela. Allí empezaron un viaje por cinco años, pero que en realidad duraría toda su vida. Cruzó llanos, planicies, subió al Chimborazo, remontó los grandes ríos de América, atravesó selvas, cordilleras. Buscaba el conocimiento con afán, indagaba, estudiaba, escribía; decía que  a la naturaleza había que  sentirla para entenderla.

En Suramérica todo le fascinó: la vegetación, las flores, los pájaros multicolores,  las estrellas australes, la sombra de los Andes.  En la cima del volcán Chimborazo, en Ecuador, comprendió que la naturaleza "era un entramado de vida y una fuerza global", con "zonas climáticas correspondientes en todos los continentes"; supo  que "todo estaba entrelazado con mil hilos", y eso cambió la forma de ver el mundo.
Chimborazo, dibujo de Haeckel

En su intensa vida, conocería a Goethe, a Schiller; a Mutis y a Caldas en Colombia, a Simón Bolívar, a Jefferson. Sus obras y conferencias inspirarían a otros pensadores, científicos y poetas, como Darwin, Henry Thoreau, Ernst Haeckel  (quien inventaría el término "ecología" y cuyos dibujos de los radiolarios impulsarían el Art Nuveau); Bolívar, en su "Delirio sobre el Chimborazo", dejará "atrás las huellas de Humboldt" al ascender por sus laderas.

Humboldt, Retrato de Friedrich Georg Weitsch
Humboldt sostuvo y demostró que todo estaba "estrechamente relacionado", que la desaparición de los bosques ocasionaba sequías y que,  cuando volvía la lluvia, se formaban avalanchas que arrastraban la tierra y destruían el país. La forma de explotación colonial en Suramérica le hizo pensar que la acción del hombre tendría consecuencias catastróficas para las generaciones futuras, porque ocasionaba un desequilibrio en la naturaleza. 

Años más tarde, durante su travesía por Siberia, "había observado las consecuencias medioambientales de la ganadería intensiva". Y corroboró lo que había visto en los llanos de Venezuela: que los tres aspectos en los que la especie humana estaba afectando el clima eran  la deforestación, la irrigación descontrolada y, "quizá lo más profético, "las grandes masas de vapor y gas" producidas en los centros industriales". 

De la vida y el legado de Humboldt trata este libro de Andrea Wulf (Periodista, escritora e historiadora, nacida en Nueva Delhi,India, 1972.). No es una novela, pero es un ensayo biográfico apasionante y vibrante  que logra darnos una visión del inmenso mundo de Humboldt (1769-1859), de su legado científico y de su visión integral de la naturaleza. La autora incluye, también, capítulos sobre aquellos científicos y pensadores que fueron influenciados en sus ideas y obras por Humboldt y que complementan su biografía. El libro ganó el premio Royal Society Insight Investment Science Book en 2016.

Al terminar de leerlo es inevitable preguntarse: ¿qué hemos hecho con todo este conocimiento que viene desde el siglo XVIII? La naturaleza está gritando y no escuchamos. Necesitamos volver a deslumbrarnos con su belleza, a conmovernos ante una flor, a seguir los giros que el viento imprime a las nubes, a escuchar el canto de los pájaros. Tal vez aún no sea tarde para volver a  amarla y a respetarla en toda su grandeza, y también en toda su implacable realidad.

Geografía de las plantas, de Humboldt


lunes, 30 de marzo de 2020

Los caminos del perdón

PATRIA
Fernando Aramburu
Ediciones Tusquets
2016


El grupo terrorista ETA ha declarado un cese al fuego. Bittori vuelve al pueblo en donde su marido fue asesinado; alguien lo señaló, lo acusaron con pintadas en las paredes, sus amigos le retiraron el saludo; el silencio cómplice de un pueblo asustado hizo el resto. Su crimen, tal vez, fue haber progresado, nada más.

Al principio, Bittori viene casi a escondidas, pero pronto se riega el rumor. Siguen sin saludarla, las vecinas esperan a que pase para seguir su camino. "Las víctimas estorban", dice, "Nos quieren empujar con la escoba debajo de la alfombra. Que no se nos vea y, si desaparecemos de la vida pública y ellos consiguen sacar a sus presos de la cárcel, pues eso es la paz y todos tan contentos, aquí no ha pasado nada."

Miren, la madre de Joxe Mari, un terrorista condenado a cadena perpetua, se siente acosada; acude al cura del pueblo y le pide que le diga a Bittori que no vuelva más. "Somos víctimas del Estado y ahora somos víctimas de las víctimas. Nos dan por todas partes". 

En medio de estos extremos sobreviven las familias, con heridas que no sanan, negándose a ser felices unos, negándose a admitir su culpa los otros; vemos como toda una colectividad es manipulada por el miedo; se les obliga, sin palabras, a apoyar a los violentos así no se esté de acuerdo; unos no hacen nada, evaden pensar siquiera en el tema; otros se van; el hermano menor de Joxe Mari, Gorka,  se refugia en los libros que lo hacen  libre; también se va del pueblo pero es el único que logra vivir con algo de felicidad. Fernando Aramburu dice que este personaje, Gorka, es parecido a él, quien también se refugió en los libros y se fue del país en un momento dado. (https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/02/07/fernando-aramburu-autor-de-la-monumental-novela-patria-matar-por-un-ideal-es-un-asesinato-es-un-crimen/)

El autor utiliza un estilo indirecto libre que involucra al lector en el proceso mental de los personajes, sobre todo del terrorista preso. "Te preguntas: ¿Ha merecido la pena? Y por toda respuesta uno se encuentra con el silencio."

Y ese sentir que no ha valido la pena, que perdió los mejores años de su vida detrás de nada, que no ha sido sino un peón de otros, que la escasa y discutible gloria de tener una fotografía en el bar del pueblo como si fuese un héroe no bastan para enfrentar los años de dolor, soledad y maltrato, van haciendo mella en sus convicciones aprendidas, porque nunca fueron fruto del estudio ni del análisis,  solo la salida  de un matón de pueblo sin porvenir. "No sabe ni cómo se abre un libro", dice Bittori.

"Pero un hombre puede ser un barco. Un hombre puede ser un barco con el casco de acero. Luego pasan los años y se forman grietas. Por ellas entra el agua de la nostalgia, contaminada de soledad, y el agua de la conciencia de haberse equivocado y la de no poder poner remedio al error, y esa agua que corroe tanto, la del arrepentimiento que se siente y no se dice por miedo, por vergüenza, por no quedar mal con los compañeros. Y así el hombre, ya barco agrietado, se irá a pique en cualquier momento."

Bittori necesita que le pidan perdón, necesita escucharlo para poder encontrar algo de paz; pero "pedir perdón exige más valentía que disparar un arma, que accionar una bomba. Eso lo hace cualquiera."

La novela es densa, profunda, rica en personajes inolvidables; como  Aranxa, la otra hija de Miren, inválida por un ictus que le sobrevino y abandonada por el esposo; ella  tiende los puentes que se van armando poco a poco en ese camino del perdón entre  Miren y Bittori, antes tan amigas, ahora tan distantes. O el hijo de Bittori, médico, también exiliado, negándose toda posibilidad de ser feliz, o su hermana, que no quiere que sepan que es la  hija de una víctima.  

Según el profesor mexicano Adrián Lucardi, Aramburu "presenta una crítica sutil pero demoledora de las limitaciones inherentes al empleo de la violencia como camino hacia una sociedad mejor. No se trata únicamente del costo en vidas humanas; también del hecho – relevante para quienes no tienen pruritos en derramar sangre en nombre de una utopía política – de que el miedo social infundido me­dian­te el uso sistemático de la fuerza conduce al establecimiento de una sociedad en que el oportunismo, el deseo de mimetizarse, y el miedo a sobresalir se convierten en las motivaciones dominantes. Una sociedad, además, donde el estatus y el poder político no son para los más capaces, ni para los que se comportan de forma más noble con sus semejantes, ni para los que proponen las mejores ideas, sino para aquéllos que no tienen mayores pruritos en usar la violencia o en repetir consignas estridentes pero vacías."(https://www.analisislatino.com/opinion/?id=11188)
Tomada de planetadelibros

Fernando Aramburu (San Sebastián, España, 1959) es escritor, poeta y ensayista. Entre sus obras se encuentran Autorretrato de mí,Vetas Profundas, Los peces de la amargura. Esta novela, Patria, ha sido galardonada con  el Premio Nacional de Narrativa, el Premio de la Crítica, el Premio Euskadi, Premio Francisco Umbral, Premio Dulce Chacón, Premio Arcebispo Juan de San Clemente. Vive en Alemania desde cuando se fue de San Sebastián a los dieciocho años.

Me parece un libro necesario para nosotros los colombianos, que aún seguimos sin ver claro el horizonte de la paz, que continuamos inmersos en una espiral de odio que parece no tener fin.