martes, 26 de mayo de 2015

La alegría y el disfrute de los libros





Cartel de la Feria del Libro de Madrid 2015, obra de Fernando Vicente quien, inspirado por el amor por los libros y "ha plasmado «el flechazo que recibimos cuando la lectura nos atrapa y llegamos a pensar del libro que tenemos en la mano que alguien lo escribió para nosotros», transmitiendo en el gesto de la protagonista «la alegría y el disfrute con los libros».

Fernando Vicente nació en Madrid en 1963. Comenzó su trabajo de ilustrador a principios de la década de los ochenta, colaborando en la desaparecida revista Madriz. En 1990 ganó el Laus de oro de ilustración. Colabora asiduamente con el suplemento cultural Babelia, del diario El País, desde el que muestra su trabajo más literario cada sábado y donde ha ido perfilando su actual estilo como ilustrador. Con este trabajo ha conseguido, precisamente, tres Award of Excellence de la Society for News Design".

Tomado de Estandarte.com (http://www.estandarte.com/noticias/citas/cartel-de-fernando-vicente-para-la-feria-del-libro_3096.html)

jueves, 21 de mayo de 2015

Estambul: ciudad e historia




Estambul, vista del lado asiático
¿Qué decir de Estambul? ¿Cómo describirla? Se puede decir que es magnífica, lo que sería un lugar común que nada diría. ¿Cosmopolita? Sí, siempre ha sido una urbe en la que confluyen gentes de todo el mundo. Ni asiática ni europea, sino ambas al tiempo; antigua y nueva; tradicional y moderna. Rica y pobre. Pero, sobre todo, Estambul es un libro de historia, es un recuerdo vivo de lo que fue; lo que queda de varios imperios, de culturas que se fueron superponiendo unas sobre otras; de glorias caídas, poder sobre poder, ambiciones sobre ambiciones; de sangre, fuego y muertos, de nombres antiguos, de mitos y leyendas. 
Mosaicos bizantinos en Iglesia de
San Salvador De Chora
 
Orhan Pamuk dice que "en Estambul la Historia y los restos de las victorias y las civilizaciones del pasado están demasiado próximos. Por muy descuidados, ignorados y enterrados entre montones de cemento que se encuentren, tanto los grandes monumentos de la ciudad y las gigantescas mezquitas conmemorativas como también  los diminutos restos de acueductos, las fuentes y los oratorios que hay en cada esquina recuerdan a los millones de personas que viven entre ellos que son lo que queda de un gran imperio" (1). 

Cabeza de Medusa en columna
 de la Basílica Cisterna
Fue fundada por los griegos en el año 657 antes de Cristo con el nombre de Bizancio; ocupada por los persas, reconquistada por los espartanos, retomada a éstos por los atenienses, y conquistada y destruida por los romanos, quienes la reconstruyeron bajo el mando del emperador romano Constantino I en el año 330, con el nombre de Nueva Roma, pero conocida como Constantinópolis, la ciudad de Constantino,  y convirtiéndose en la capital del Imperio Romano. En el año 395 el Imperio Romano se dividió en dos, Occidente con capital Roma, y Oriente con capital Constantinopla, y así perduró hasta cuando Roma cayó en manos de los bárbaros en el 479. Constantinopla continuó siendo la capital del Imperio Romano de Oriente hasta 1453, cuando fue conquistada por los turcos, quienes la llamaron Istanbul (Estambul).(2)


Santa Sofía
Interior de la Mezquita Azul
Fue pagana, fue cristiana y centro de numerosas disputas teológicas; fue asediada por persas, árabes, búlgaros; fue asolada por cruzados cristianos; y finalmente fue conquistada gracias al invento de  la pólvora y los cañones de Mehmet II, y se convirtió en ciudad musulmana. Desde 1923 es una república laica en la que conviven razas y religiones distintas.

Es, pues, una maravillosa suma de culturas y civilizaciones que sigue latiendo por encima del paso de los años. Por sus calles se entremezclan mujeres modernas con otras vestidas con los velos musulmanes; los vendedores invitan a regatear en sus bazares multicolores; se escucha la llamada a la oración al mismo tiempo en todas las mezquitas de la ciudad, devolviéndonos a un tiempo antiguo en la meseta de Anatolia. En algún jardín hay trozos de columnas romanas; en una pared, un resto de muralla; en una plaza, una fuente de abluciones frente a una mezquita. 

Bazar de las Especias

Y el mar siempre presente, en el aire, en una esquina del Palacio Topkapi, en un mirador: el Cuerno de Oro divide la Península Antigua de la zona antes llamada Pera, en donde se levanta la Torre Gálata, mientras el Bósforo divide la ciudad europea de la asiática. Pasan lentos grandes barcos que van o vienen del Mar Negro hacia el Mediterráneo y el resto del mundo, haciendo sonar sus profundas sirenas.

En las orillas de ambos lados se levantan palacios turcos, mansiones de madera restauradas (yalis), mezquitas, fortalezas medievales, cementerios. Florecen silvestres los tulipanes, que son oriundos de Turquía (3) de donde fueron llevados a Holanda. 



Torre Gálata y Cuerno de Oro,
desde el Palacio Topkapi

Atardece en Estambul. Las gaviotas giran alrededor de los minaretes de Santa Sofía cuyas puntas doradas brillan al sol. La orilla asiática se colorea de rosado por un instante.  En la terraza del restaurante Seven Hills suena una nostálgica y bellísima música sufí. 





Cuesta despedirse de esta ciudad a donde nos trajo un sueño cultivado con  literatura e historia; esta ciudad magnífica, cosmopolita, antigua y nueva, rica y pobre; esta ciudad que, sin ninguna duda, podemos describir como mágica.


Notas: 
(1) Estambul, ciudad y recuerdos, Literatura Mondadori, páginas 122 y 123
(2) Recomiendo el libro Constantinopla, de Isaac Asimov
(3) Tulip significa turbante
Fotografías: María del Pilar Colom y Silvia Reyes Cepeda