jueves, 10 de octubre de 2019

La construcción de una leyenda

FEROX
Serás Leyenda
Olivia Sterling
Ediciones B
2019


Es el año 1033 y se espera que ocurra el fin del mundo, exactamente mil años después de la muerte de Jesús. Micaela Mediaespada no lo sabe. Sólo sabe que alguien la está buscando y que su padre la ha escondido siempre en un claro del bosque. No sabe por qué la busca, pero sabe que debe huir y buscar la respuesta en la playa de los hombres de piedra. Deja atrás la infancia en el bosque, al padre muerto en una caverna en donde flotan antiguos sepulcros visigodos llenos de gemas. Deja la inocencia.

En el camino conocerá el dolor, la traición, la miseria humana en donde, pese a todo, brillan algunas perlas en la oscuridad, una sonrisa, una mano desconocida que sirve de apoyo. Micaela pelea. Debe pelear por su vida, por su libertad, por su derecho a respirar a su antojo en el mundo. Es una guerrera, no se rinde. Es una mujer en perpetua lucha, aún si no puede ganar, aún si muere, pues lo que impulsa a enfrentar la vida es "el afán". "Nada mas importa. No hacia dónde nos dirigimos, ninguno de nuestros objetivos; ningún logro; ningún fracaso; sino el afán. Solo eso nos queda. En todas nuestras batallas solo importa nuestro afán. Y eso es mucho, si el afán con que luchamos es grande".

Tomado de oliviasterling.es
Mientras se desenvuelve la historia, los trovadores y juglares van construyendo una leyenda cada vez que la cuentan, la agrandan, la sueñan, la sueltan por los caminos; algunas versiones tienen un final inesperado, terrible, pero la gente no quiere ese final, quiere otro en donde la historia continúe, para que sea posible seguir soñando.

España en 1033. Tomado de oliviasterling.es
Olivia Sterling (Darjeeling, 1980) ha escrito una primera novela maravillosa, que atrapa al lector y no lo suelta hasta que respira en la última página, cuando el trovador ha contado la historia que el público quiere oír. La novela transcurre en una época histórica repleta de miedos, supersticiones y violencias, en donde las mujeres son culpables de todos los males solo por ser mujeres, atrapadas en un mundo demasiado pequeño para sus espíritus; en donde caen los buenos, porque Dios parece desentenderse de la suerte de sus criaturas, porque le es indiferente quién viva y quién no. Un mundo en donde los hombres "llevan siglos aceptando las mentiras que dan algo de luz a sus miserables vidas", porque "una mentira que les produce paz siempre parece mejor que una verdad desoladora". Y por eso nacen los mitos y las leyendas, y se apaciguan los recuerdos con mentiras mientras se va envejeciendo.

Pero en medio del miedo y de la violencia, asoma también  la belleza del mundo en un río dorado al atardecer, en  una hoja cubierta de rocío, en la luz que precede a la noche, en la magia de las estrellas en el cielo, y en esos instantes fugaces de claridad que permiten reparar el daño, perdonar, recuperar la humanidad.
Imagen que aparece como de Olivia Sterling

Me ha gustado mucho este libro, por la época medieval escogida, por las aventuras que se juntan unas con otras, por ese narrador que es también un trovador que va elaborando una leyenda,  por los personajes definidos que hacen que el lector los ame o los odie y vuelva a amarlos otra vez, y  por el sorprendente desenlace de las historias que lo componen, la de Micaela y su perseguidor, que cumplen con un destino y al mismo tiempo, lo modifican rompiendo su inexorabilidad.

El personaje de Micaela Mediaespada  está vivo, es actual, perenne, increíblemente humano y cercano, con errores, desaciertos y chispazos de luz en la oscuridad; su historia de amor es la de muchas mujeres;  la lucha de las mujeres "libres" en la playa de los hombres de piedra es la misma de todas las mujeres desde hace siglos; su afán de conocer su origen y abrazar a una madre soñada, el deseo de encontrar un lugar seguro en el mundo, son anhelos íntimos de todos los seres humanos. 

Dice el narrador: "Cada persona lleva una sola casa dentro, aquella a la que se vuelve una y otra vez en los sueños. Para Micaela era el claro  del bosque, el más querido  y tranquilizador del mundo. Allí siempre reinaba una luz de tarde. Allí, sin responsabilidad alguna, siempre tenía siete años y era feliz, pues el tiempo se dividía entre este juego y el siguiente juego: difícil de diferenciar de la eternidad". 

El final de la leyenda que quiere escuchar el público avizora que las aventuras continúan; que el afán continúa, y la lucha y la derrota y el triunfo; la vida, en fin.