lunes, 3 de junio de 2013

Pasan ángeles

TIEMPO DE ANGELES


Homero Aridjis


Prólogo de J.M.G. Le Clézio
Ilustraciones de Francisco Toledo
Traducción al inglés de George McWhirter
Fondo de Cultura Económica
4a edición bilingüe, 2012







"Y Dios dijo: "Hágase el ángel".
Y el ángel fue hecho de palabras.
Y el hombre dijo: "Hágase el ángel
de palabras interiores.
Sea el ángel a semejanza de mi espíritu".

Así comienza el primer poema de este libro que lleva su título: "Tiempo de Ángeles", y cuyos versos finales dicen:

"Y Dios dijo: "El ángel, en este tiempo
de negrura que se aproxima, 
sea mensajero de la luz.
El ángel sea igual al hombre.
Porque éste es un tiempo de ángeles".

Este es un libro, no sobra decirlo, sobre ángeles y sobre hombres; sobre hombres que serán los ángeles que buscaban en el mundo cuando se encuentren a sí mismos; sobre ángeles de mirada amarilla y silencios azules, que transitan por este mundo nuestro, custodiando a alguien, confundidos en la multitud que camina por calles que son "soledades de concreto" perdidas entre otras soledades de concreto; ángeles que recuerdan con dolor el ruido de ríos desaparecidos hace tiempo, que añoran pájaros, flores y mariposas perdidos para siempre entre el ruido, el cemento y el plástico.

No son dioses, aclara el poeta, son ángeles, no como los pintan en los cuadros, sino como nosotros mismos, algunos de pelo hirsuto y pies planos, malabaristas de circo, mensajeros en moto, indios de ojos amarillos, seres que pasan  inadvertidos por el mundo. "La forma de los ángeles ha cambiado, porque los pensamientos del hombre han cambiado", porque sus sueños "no son como solían ser". 
Ilustración del libro

Un ángel reconoce a otro ángel "por la luz que sale de sus ojos"; un hombre rara  vez reconoce a un ángel, porque no sabe ver dentro de sí mismo; a veces le sorprende una mirada dorada, cuando un ángel le observa. Los ángeles están aquí, están detrás de nosotros, cuidando nuestras espaldas, mirando nuestros actos con asombro o pena; ellos son nosotros y nosotros somos ellos, pero saberlo a veces puede tomar toda la vida, porque "el ángel que buscamos en el mundo está adentro de nosotros, es nosotros".

El autor de este extraordinario libro de poesía es Homero Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940), hijo de madre mexicana y padre griego, autor de varios libros de poesía y prosa, periodista, ambientalista y diplomático; su obra ha recibido importantes reconocimientos en Mexico, Francia, Estados Unidos y Serbia. Dentro de su obra se cuentan Mirándola dormir, Perséfone, Memorias del Nuevo Mundo, Los Poemas Solares y 1492: Vida y Tiempos de Juan Cabezón de Castilla.
Homero Aridjis

La edición que comento es bilingüe, traducida al inglés por George McWhirter (Belfast, 1939) quien, como traductor, obtuvo el premio F.R. Scott, y su obra poética fue galardonada con el Commonwealth Poetry Prize, compartido con Chinua Achebe. Es miembro de la Liga de Poetas Canadienses, y en 2007 fue el poeta laureado de Vancouver.

Las ilustraciones del libro son del mexicano Francisco Toledo (Juchitán, Oaxaca, 1940), reconocido como uno de los grandes artistas latinoamericanos contemporáneos, y premiado por su contribución al desarrollo cultural y social de su estado natal.
Ilustración del libro