

La película está enmarcada históricamente en el año 1199, cuando muere el rey de Inglaterra y Duque de Aquitania (suroeste de la actual Francia), Ricardo I Plantagenêt, apodado "Corazón de León", hijo del rey Enrique II y de Leonor, Duquesa de Aquitania. Para esta época, ya Ricardo ha regresado de Jerusalem, a donde había ido en la tercera cruzada cristiana por recuperar la ciudad santa, en manos de Saladino, acompañado del rey Federico Barbarroja de Alemania, y de su enemigo, parcialmente señor (por la Aquitania) y potencial suegro, el rey Felipe II Augusto de Francia. Durante esa cruzada, los cristianos toman San Juan de Acre y, ante la demora en el pago del rescate de los prisioneros, Ricardo manda asesinar a casi tres mil personas, entre hombres, mujeres y niños, tema mencionado por Robin en la película y que le vale el cepo junto con sus amigos, por valiente, honesto e ingenuo, dice el rey, irónicamente.
En su viaje de regreso, es hecho cautivo por Leopoldo, Duque de Austria, y los ingleses deben reunir un cuantioso rescate por su liberación, la cual es obstaculizada por su hermano menor, Juan Sin Tierra, quien desea el trono de Inglaterra, con el apoyo de los franceses y de algunos barones, entre ellos, de Nottingham.
Ricardo, aun cuando nació en Oxford (1157), realmente vivió muy poco en Inglaterra. Antes de la cruzada, la expolió para obtener recursos, y a su regreso, también hizo lo mismo, estableciendo impuestos y vendiendo privilegios para llenar sus vacías arcas y dirigirse luego a Aquitania para recomponer el orden en esas tierras. Según los historiadores, Ricardo murió a causa de la infección de una herida de flecha disparada por un defensor solitario del castillo de Châlus-Chabrol, perteneciente a uno de sus vasallos de Aquitania, de quien se decía que ocultaba un gran tesoro de la época de los romanos que Ricardo exigía le entregasen.

En esa época de expoliaciones y abusos, principalmente sobre los villanos, muchos tuvieron que huir a los bosques para sobrevivir y fueron declarados forajidos, fuera de la ley. Tal vez algunos robaban a los ricos para darle a los pobres; tal vez a la sombra de los bosques la justicia por mano propia era la única posible; y ése es el inicio de la leyenda de Robin Hood, porque los pueblos oprimidos tienen que inventarse héroes que algún día los rescatarán de su miseria, para conservar la esperanza y aguardar por un salvador.
Lo curioso es que en las baladas y gestas de este personaje (que datan del siglo XV), se hable del rey Ricardo Corazón de León como el gran liberador que el pueblo esperaba, un rey que fue más angevino (o aquitano) que inglés, y que les impuso altos impuestos para financiar sus campañas militares. Probablemente haya contribuido a ello la propia leyenda del rey Ricardo, tejida con los valores guerreros de la caballería que cantaban los trovadores: valentía, atrevimiento, cortesía, generosidad, y defensa de la cristiandad, que minimizaban los pecados y atropellos cometidos.
La película está, pues, bien ambientada en la historia y las costumbres de la Inglaterra del siglo XII, en plena Edad Media, y cuenta, como anoté al principio, cómo surgió la leyenda de Robin Hood, el eterno personaje que periódicamente reaparece para quitarle a los ricos y darle a los pobres, humano, gentil, valiente, con su tropa de alegres compañeros y su amada Marian. Vale la pena verla y disfrutarla como lo que es, una película de aventuras en un marco histórico cierto, con bastantes libertades ficcionales, lo cual está bien.
Bibliografía sugerida: La gesta de Robin Hood, bibliotecasvirtuales.com
Jean Flori: Ricardo Corazón de León
Robert Payne: El Sueño y la Tumba, Historia de las Cruzadas
André Maurois: Historia de Inglaterra
La Edad Media, Historia Universal, Círculo de Lectores
Fotografías en orden: Escena de la película; Ricardo Corazón de León; Juan sin Tierra; estatua de Robin Hood en el Memorial de Nottingham, tomadas de internet
Texto: SIlvia Reyes Cepeda