domingo, 6 de febrero de 2022

Todo acto cambia al que lo realiza

 

TRES NOVELAS DE BEN PASTOR
El camino a Ítaca
Cielo de Plomo
Kaputt Mundi

Me llegó un boletín de todoliteratura.es con una entrevista a una escritora que no conocía, a raíz de la publicación en español de su último libro, el 12° de la serie que protagoniza su personaje Martín Bora (www.todoliteratura.es/noticia/55965/entrevistas/entrevista-a-ben-pastor:-me-he-vuelto-mas-esceptica-con-las-buenas-intenciones-politicas.html). Se trata de Ben Pastor (seudónimo de María Verbena Volpi, Roma, 1950), quien estudió Arqueología en su ciudad natal y se trasladó a los Estados Unidos en donde impartió clases en las universidades de Illinois, Ohio y Norwich. (lecturalia.com)

Su personaje central -Martín Bora- es un militar del ejército alemán durante la segunda guerra mundial con funciones a ratos más diplomáticas que operativas. Hijo de un director de orquesta y pianista, fue educado por su padrastro, un general del ejército en Prusia Oriental, dentro de la estricta disciplina militar, pero con una exquisita educación y cultura propias de la clase social alta a la que pertenecen.

En los destinos a donde es enviado -Roma en 1944, Creta en 1941, Ucrania en 1943 en los libros que reseño-, Bora es encargado de investigar algunos crímenes que ocurren en esos países ocupados por los alemanes, sobre todo para determinar si fueron cometidos por ellos o no. Sin embargo, más allá de la investigación minuciosa, que anota junto con sus interrogantes cada noche en su diario personal, y la resolución de los casos,  conocemos el flujo de los pensamientos y la conciencia del personaje, sus convicciones ideológicas que se van desmoronando poco a poco con los avatares de la guerra, con las desgarradoras vivencias que le toca afrontar y, sobre todo, cuando chocan con sus estrictos códigos éticos y morales. Todo ello en escenarios y circunstancias históricas que evidencian una profunda investigación, también, por parte de la autora, y que sumerjen al lector en ellos al punto que, cuando logra levantar los ojos del libro, siente que ha vuelto de una convulsa zona de guerra.

Son, pues, novelas policíacas, históricas y sicológicas, todo al tiempo. El personaje está muy bien delineado y compartimos sus dudas morales, sus furias controladas, su creciente e íntimo rechazo a los burdos y crueles métodos de las SS y de la Gestapo;  admiramos su helada compostura para que no dejar traslucir sus emociones internas ni sus propios pensamientos que podrían delatarlo, sino solo sus exquisitos modales, su obediencia a los superiores y su entereza frente a las tragedias personales. Al principio de la guerra cree, con los dirigentes, que triunfarán; a medida que pasa el tiempo, y con la entrada de los aliados, ve cada vez más claro que la guerra está perdida para Alemania, pero en lugar de desertar o pasarse a la resistencia armada, continúa cumpliendo con sus deberes conforme con su conciencia.

También tiene la certeza de que ninguno de ellos volverá de verdad a sus hogares. "El que vuelve es alguien nuevo y distinto, si es que vuelve. Factum mutat facientem", todo acto cambia al que lo realiza. Pero Bora no piensa en eso, vive el día a día porque es posible que no vuelva; porque, como cantaba Aquiles, "Y llegará la aurora, el crepúsculo o el mediodía/ en que alguien me arrebate la vida en la marcial pelea,/ acertando con una lanza o una flecha, que surge de la cuerda".
(Fotografía tomada de
 Lecturalia.com)

Dentro de la serie de libros con este personaje, se encuentran, también, Lumen, Luna Mentirosa, Los pequeños incendios, y el último, La noche de las estrellas fugaces, que espero poder leer muy pronto.
Igualmente, lecturalia.com reseña dos libros ambientados en el Imperio Romano: Conspiratio, El caso del ladrón del agua; Sacrilegium.El caso del guardián del fuego.

Ha sido, pues, un maravilloso conocimiento de esta escritora. En la entrevista de todoliteratura.es anota: "Cada escritor de ficción histórica responderá por sí mismo (o ella misma). En lo que a mí respecta, mi formación como profesora universitaria me hace muy sensible al tema de la verdad histórica. Por supuesto, la ficción no es un hecho. Mis personajes, por no hablar del protagonista, son en gran parte inventados, pero a mi juicio siempre es importante que sean creíbles. Deben actuar, hablar y sentir como lo haría la gente de esa época. Como amante de la cartografía y los uniformes, reconozco que soy un tanto fanática de reconstruir localizaciones y pertrechos militares. La música popular, el cine, la moda, la literatura, el chiste... Todo eso puede y debe ser fiel a la vida de entonces. Los lectores de ficción histórica y misterios históricos esperan credibilidad por parte de los escritores, y no pocas veces están muy bien informados sobre la historia." Y en sus libros logra plasmar entornos, situaciones y personajes muy creíbles. Me ha gustado y la recomiendo a los amantes de la literatura policíaca y la novela histórica.