jueves, 21 de enero de 2021

El Romance de Aquitania

 

AQUITANIA

Eva García Sáenz de Urturi

Editorial Planeta

Premio Planeta 2020


Es 1137. Guilhem X, Duque de Aquitania, ha sido asesinado frente al altar de Santiago de Compostela. Usaron un veneno que lo dejó  de color azul. Su hija Eleanor tiene trece años y se ha convertido en la Duquesa de Aquitania. Planea casarse con el Luy VII, hijo del rey capeto de Francia Luis VI El Gordo, de quien es vasalla, para generar hijos aquitanos que se hagan con el poder de Francia, y así vengar la muerte de su padre.

El testamento de Guilhem X, tatuado en su espalda, pone a su hija bajo la protección del rey, conde de París y señor de la Isla de Francia,  manteniendo ella el gobierno de Aquitania.

Pero el día de su matrimonio, el rey Luis El Gordo muere, dicen que de disentería pero su piel queda azul, como la del Duque de Aquitania. Veneno. Y, entonces ¿quién los mató? ¿quién mató a Guilhem X? La venganza de Eleanor queda en el aire, pero ella seguirá indagando con la ayuda de su tio Raimundo y de los gatos aquitanos, la red de espías de Aquitania.

Esta novela nos ubica en el tiempo que va desde la muerte del Duque de Aquitania hasta el regreso de Eleanor con el rey Luy de la segunda cruzada en la que los embarcó fray Bernardo de Caraval y que sería un fracaso.

Desde una Eleanor de trece años que es amante de su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de Antioquía, y que fragua una venganza pretendiendo utilizar a Luy VII, el Rey Niño -un rey que no quiere gobernar  sino vivir en el silencio de un convento, un rey al que ella fortalecerá y aprenderá a apreciar, que no a amar,  y que nos es mostrado como una figura humana en medio de la violencia y las traiciones de una corte gris, sobreponiéndose a su propia fragilidad-  hasta una Eleanor de 25 años,  con una hija, muchas pérdidas, una cruzada, un incesto, y mucho aprendizaje a cuestas, aplicando el Manual de Vida de los Duques de Aquitania y siguiendo el lema familiar "solo sé subir".

Se ha escrito mucho sobre Leonor de Aquitania, Eleanor en esta novela, que se desarrolla a través de tres voces en primera persona  y una voz en tercera, armando entre todos una trama original y apasionante, que nos permite acercarnos a una mujer que trata de no ser sojuzgada ni aplastada en un mundo de varones, que aprende a usar sus "dones". "Dios deposita dentro de todos nosotros varios talentos ocultos; es la labor de nuestra vida descubrirlos y es nuestro deber en la vida ejecutarlos con la práctica paciente, pues el genio que no practica se queda en promesa precoz y en adulto frustrado", le dice Eleanor a Suger, el abad de San Denís.

Tomada de es.wikipedia.org

Es un excelente libro y su autora, Eva García Sáenz de Urturi (Vitoria, España, 1972) es una gran escritora que sabe conducir la historia hasta llegar a una versión creíble del asesinato del Duque de Aquitania y del rey Luis El Gordo, con la clave en un romance medieval.

La bibliografía que cita la autora es extensa: biografías, contexto histórico, la mujer en la edad media, libros iluminados, venenos, hechicerías, y algunos sobre las personas altamente sensibles, en las cuales clasifica al rey Luis VII.

En la nota final, cuenta Eva García que fue a visitar la tumba de Leonor de Aquitania, en Fontevrault y que, "frente a ella, que empuñaba en su tumba un libro de horas de color verde ...desgastado ya por el paso de ochocientos años", le había prometido escribirle un libro. Y éste es realmente un libro sobre Aquitania, sobre el amor invencible por una tierra, por su lengua musical, por su gente alegre y colorida y su espíritu indomable. Es un regalo para esa Aquitania de los sueños de caballería, del amor cortés, de los trovadores y de los romances.

Eva García Sáenz es autora, también, de  la trilogía de la Ciudad Blanca (El Silencio de la Ciudad Blanca, Los Ritos del Agua y Los Señores del Tiempo), novela negra con el trasfondo medieval del país vasco, y de  dos libros que hasta ahora hay de La Saga de los Longevos (La Vieja Familia y Los Hijos de Adán), de la que falta el tercero. Me los devoré literalmente. Es, sencillamente, apasionante su forma de escribir, que muestra un gran trasfondo de investigación histórica,