domingo, 31 de octubre de 2010

Érase una vez...

ÉRASE UNA VEZ...
EL UNIVERSO, LOS DIOSES, LOS HOMBRES
Jean-Pierre Vernant
Fondo de Cultura Económica

Los mitos, cuenta Vernant, son relatos provenientes del fondo de los tiempos, que existían antes de que hubiera un relator para trasmitirlos. No son propios de la inventiva individual ni de la fantasía creadora, "sino de la transmisión y de la memoria" y, ése lazo íntimo con la memoria, los vincula con la poesía, puesto que "un poema sólo existe si es recitado; hay que aprenderlo de memoria y, para darle vida, recitarlo para uno mismo con las palabras silenciosas de la voz interior".
Así, pues, memoria, transmisión oral y tradición "son las condiciones de existencia y supervivencia del mito". Y es lo que trata de hacer Vernant (Toulouse, Francia, 1914, Sèvres-2007) en esta obra maravillosa: contarnos algunos mitos y darnos alguna explicación de su significado a la luz de la historia de los griegos, cómo entendían éstos el mundo y cómo buscaban respuestas a sus interrogantes esenciales.
El primer relato habla de la creación del mundo: primero sólo era la oscuridad más densa hasta que surgió la tierra, Gea, la Madre Tierra, el piso del mundo que contenía en sí misma al agua, Ponto, la Ola del mar, el cielo y las estrellas, Urano, los bosques, las montañas y las grutas subterráneas. Y Cielo y Tierra procrearán a las fuerzas primordiales de la vida, Titanes: Océano, tiempo, memoria, justicia, violencia y fuerza; y también surgirán  la venganza, el amor, la luz y la noche, la astucia, el poder.
El libro incluye relatos sobre  cómo obtuvo Zeus la soberanía sobre los dioses olímpicos; sobre  Aquiles o la elección de un destino de gloria eterna y vida breve, en lugar de una vida larga aunque feliz; sobre las aventuras de Ulises que son una lucha contra el olvido, una lucha por permanecer en el mundo: "Estar en el mundo humano", dice Vernant, "significa vivir bajo la luz del sol, ver al prójimo y ser visto por éste, vivir en reciprocidad, recordar quién es uno y quiénes son los demás". También nos habla del terrible precio que se paga por negarse a cambiar y rechazar al otro, al distinto, al extranjero, en la historia de Dioniso y su regreso a Tebas; la intolerancia que conduce a que un grupo humano que se niega a reconocer al otro y a hacerle un lugar, se "vuelve monstruosamente otro".
Jean-Pierre Vernant fue un historiador y filósofo francés apasionado por Grecia, su historia y sus mitos. Fue miembro de la Resistencia francesa contra el nazismo, actividad que conjugó, en su decir, sus convicciones filosóficas sobre la libertad y su compromiso político, pues rechazaba profundamente el sentido de exclusión que implicaban los nacionalismos, su odio al extranjero y su pretensión de imponerse por medio de la violencia.  Entre su vasta obra  traducida al español se encuentran Los orígenes del pensamiento griego, Mito y pensamiento en la Grecia Antigua, Mito y tragedia en la Grecia antigua, Mito y sociedad en la Grecia Antigua, La muerte en los ojos: figuras del otro en la antigua Grecia, Mito y religión en la Grecia Antigua, El hombre griego, El individuo, el amor y la muerte en Grecia, Entre mito y política.
Los relatos mitológicos continúan fascinándonos, por esa mezcla de lejanía temporal, de inverosimilitud y de poesía; mitos antiguos, como los griegos, o los amerindios; mitos nuevos como los surgidos de la literatura, Tolkien, por ejemplo, o Liliana Bodoc, pero que tienen en común la facultad de remontarnos con la imaginación a un tiempo antes del tiempo en una búsqueda sin fin por saber quiénes somos y de qué somos capaces.
Link sugerido: Entrevista a Vernant en www.aen.es

martes, 19 de octubre de 2010

Descubrimiento de un poeta

Me envían desde Holanda estos dos poemas de Mario Luzi, "para tener un día bellísimo". Confieso que no sabía quién era Mario Luzi. Ahora sé, por lo menos, que fue un poeta y traductor italiano (Florencia, Italia, 1915-2005), importante representante de la corriente hermética de la poesía, impulsada en los años treinta como una renovación poética "animada por la exigencia de conferir al lenguaje poético una nueva credibilidad, más profunda y humana" (Entrevista con Mario Luzi en El Correo de la Unesco, abril 1997).
"La Barca" (1935), "Avvento notturno" (1940) y El giusto della vita" (1960) son algunas de las obras poéticas de Luzi, de quien los críticos han destacado siempre el libro "Primizie del deserto" (1952), de inspiración existencialista. (elmundo.es, 2005, obituarios)



DIANA, DESPERTAR
El viento libre luce entre los humos
de la llanura, el monte ríe raro
iluminándose, surgen relumbres
del agua, ¿hay mensaje más caro?

Hora es de levantarse, de vivir
puramente. Ya vuela en los espejos
un sonreir, un temblor en los vidrios,
vuelve un sonido a confundir los oídos.

Y tú acudes alegre y contradices
de inmediato a la muerte. Así cuando
se abre una puerta desbordan felices
los colores, la sombra va de vuelta

a disolverse. Nacen rientes imágenes,
en la sangre se filtra, ciego vuelve,
el espíritu del sol, nos llevan céfiros
consigo: a existir, a extinguirse en un día.


DIANA, RISVEGLIO
Il vento sparso luccica tra i fumi
della pianura, il monte ride raro
illuminadosi, escono barlumi
dall’acqua, quale messaggio più caro?

È tempo di levarsi su, di vivere
puramente. Ecco vola negli specchi
un sorriso, sui vetri aperti un brivido,
torna un suono a confondere gli orecchi.

E tu ilare acorri e contraddici
in un tratto la morte. Cosí quando
s’apre una porta irrompono felici
i colori, esce il buio di rimando

a dissolversi. Nascono liete immagini,
filtra nel sangue, cieco nel ritorno,
lo spirito ldel sole, aure ci traggono
con sé: a esistere, a estiguerci in un giorno.

MARINA
Qué exhaustas aguas contra la frágil costa,
qué oleada gris contra los postes. E islas
más allá y bancos donde un incierto afán
se separa del día que nos deja.

Qué dispersas lluvias navegas, qué luces.
¿Cuáles? ignora si no finge el pensar,
si no recuerda niega: allá viví,
consciente aquí del tiempo de otro modo.

Qué memoria heredamos, qué imágenes,
qué edades no vividas, qué existencias
fuera de la alegría y del dolor
luchan en la marea con los muelles

o en el mar que florece y se despide.
Regresas tú, te acoges a esta orilla
y en el cielo que zarpa chirría un pino
de pájaros que vuelven, corazón.

MARINA
Che acque affaticate contro la fioca riva,
che flutti grigi contro i pali. Ed isole
più oltre e banchi ove un affanno incerto
si separa dal giorno che va via.

Che sparse piogge navighi, che luci
Quali? il pensiero se non finge ignora,
se non ricorda nega: là fui vivo,
qui avvisato del tempo in altra guisa.

Che memorie, che immagini abbiamo ereditate,
che età non mai vissute, che esistenze
fuori della letizia e del dolore
lottano alla marea presso gli approdi

o al largo che fiorisce e dice addio.
Rientri tu, ripari a questa proda
en el cielo che salpa un pino stride
d’uccelli che rimpatriano, mio cuore.



sábado, 9 de octubre de 2010

Retrato de un país

TANTA SANGRE VISTA
Rafael Baena
Editorial Alfaguara

Una guerra, una de tantas entre hermanos; la gente es arrastrada por un río de odio que no comprende, pero que se les impone, que heredan, y que viven como si estuviesen solos en el mundo, porque en las ciudades, en la capital, la vida continúa como si nada, indiferente, superficial, egoísta.
Este es el retrato que nos dibuja Rafael Baena (Sincelejo, Colombia, 1956), recreando a varias voces y en dos tiempos, una guerra que puede ser la de los mil días, o cualquiera otra guerra decimonónica, que simplemente cambia de nombre y de época, pero que es la misma que continúa envolviéndonos aún en este siglo veintiuno, amparada en la falta de solidaridad social y en la ineficiencia de un estado que no es capaz de cumplir su elemental fin de proteger la vida, honra y bienes de sus habitantes.
La historia está bien escrita, en un estilo ágil y ameno, con saltos hacia el pasado que van completándola hasta redondearla. Es una historia compleja, de la cual sólo podemos dar un esbozo: El coronel Enrique Arce comanda el Cuarto de Lanceros del ejército insurrecto del general Almagro, enfrentado al general Lázaro Hidalgo, del ejército oficialista; liberales contra godos. Vencido el ejército liberal, Arce se confina en Aguazarca, una hacienda regalada por Almagro a su sobrina nieta, Camila, con quien se casó superando sus resistencias y resabios; se hace cargo de Ricardo, su nieto, pero aún quedan en los montes bandoleros, guerrilleros, delincuentes, perpetuando la violencia, generando su contraparte, los ejércitos privados o los grupos armados de campesinos defendiendo la tierra que les queda, mientras en la ciudad la corrupción agranda sus tentáculos. Nuestra historia, en fin, la historia de un pobre país saqueado, agredido, que aún no logra encontrar el camino para cerrar heridas y comenzar a vivir en paz.

Rafael Baena es fotógrafo y periodista; editor de la Revista Credencial. Escribió, también, ¡Vuelvan caras, carajo!, novela de ambientación histórica que nos devuelve otro trozo de nuestra historia, ésa que todo colombiano debería conocer para no repetir sus errores. Vale la pena leer a este escritor nuestro que ha empezado a transitar con éxito el difícil camino de la literatura.
PS: El libro "Tanta sangre vista" tiene algunos errores gramaticales que el editor debería haber corregido.