viernes, 28 de febrero de 2014

Los laberintos de una investigación

EL ALQUIMISTA IMPACIENTE
Lorenzo Silva
Colección Booket, 2011

Un hombre aparece muerto en un motel, en una situación comprometida, por así decirlo. El sargento Bevilacqua, sicólogo de profesión y Guardia Civil por necesidad, junto con su asistente, Chamorro, inician su investigación para desentrañar, primero, si se trata de un crimen o de una muerte accidental.
 
A través de lentas y complejas pesquisas, se va analizando realmente la conducta humana. Bevilacqua, a lo largo de su carrera, ha conocido de muchos crímenes, y de ello le ha quedado "una amarga conciencia de lo mucho que puede llegar a desear la gente avasallar a otra gente", y esta es la única certidumbre totalmente a salvo de su escepticismo.
 
Se encuentra, también, con la arrogancia del poder, que se siente invencible y por encima de aquellos que son considerados inferiores, simples instrumentos desechables, los humillados respecto de quienes se siente más cerca que de los poderosos, y por eso no cejará en su objetivo de conocer la verdad del caso porque a esos humillados pertenece Trinidad Soler, la víctima inicial.
 
Soler era, al parecer, un hombre común y corriente, trabajador de una central nuclear, con una familia normal, en general un hombre que llamaríamos bueno pero que, en algún momento "quiso pasar la raya". La gran pregunta es, ¿por qué?
 
El sargento sabe que los crímenes se cometen por dos causas: resentimiento y dinero. En este caso se mezclarán estos dos móviles. La ambición guiará los primeros pasos, el brillo del oro que persiguen los malos alquimistas, los que solo buscan convertir los metales viles en oro, sin alcanzar a comprender que el fin de todo buen alquimista es la transmutación, que consiste "en mejorar la naturaleza del propio alquimista".  Luego actuará el rencor, la necesidad de sacudirse una humillación pública, el íntimo deseo de vengarse acabando con el otro.

Toma sentido, entonces,  el epígrafe del libro, un párrafo de la obra Lapidario, de Alfonso X El Sabio, que en el capítulo relativo al oro, dice: "Y su natura de la piedra de este metal es, que cuando la mezclan con alambre, tórnase como natura de vidrio y quiebra, mas pero incorpórase con él. Y otrosí, si lo mezclan con estaño torna negro, y si con plata lo mezclan, recibe la blancura de ella, y así hace con cada metal. Y por ende, los que se trabajan de alquimia, a que llaman «la obra mayor», deben parar mientes que no dañen el nombre del saber, ca alquimia tanto quiere decir, como maestría para mejorar las cosas, ca no empeorarlas. Ende los que toman los metales nobles y los vuelven con los viles, no entendiendo el saber ni la maestría, hacen que no se mejora el vil, y dáñase el noble, y así hacen gran yerro en dos maneras; la una, que van contra el saber de Dios, y la otra que hacen daño al mundo." (Tomado de   http://habilis.udg.edu/media/astro/files/lapidario.pdf)

La novela no es un thriller policíaco, ni es un libro de acción. Es un libro laborioso que muestra los lentos caminos de una investigación que a ratos no parece conducir a nada; de pronto surge un cabo y otro cabo, se van atando y se plantean las distintas hipótesis, todas válidas, que ayudan a ir llenando los vacíos, la ausencia de una respuesta totalmente cierta. Escrito en primera persona, nos adentra en el proceso racional de Bevilacqua, de sus dudas, ansias, temores, debilidades y desilusiones, de todo aquello que constituye, como dice el autor de algún personaje, la pasta de la que está hecho un hombre, un hombre decente que persigue el inasible rastro de una verdad.
 
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), Noviembre sin violetas, La sustancia interior, El urinario, El ángel oculto, El nombre de los nuestros, Carta blanca (Premio Primavera 2004), Niños feroces y la Trilogía de Getafe, compuesta por Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, El cazador del desierto y La lluvia de París. Es autor del libro de relatos El déspota adolescente y del libro de viajes Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos. En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la guerra, un libro-reportaje sobre la intervención de las tropas españolas en Irak, en 2008 un ensayo sobre El Derecho en la obra de Kafka y en 2010 Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo). Además, es autor de la serie policíaca protagonizada por los investigadores Bevilacqua y Chamorro, iniciada con El lejano país de los estanques (Premio Ojo Crítico 1998) y a la que siguieron El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000), La niebla y la doncella, Nadie vale más que otro, La reina sin espejo y La estrategia del agua. (www.planetadelibros.com)
Fotografía del autor tomada de noticiascasadellibro.es