martes, 25 de diciembre de 2012

Cuando se viven las leyendas

DONDE LOS ÁRBOLES CANTAN

Laura Gallego
Ediciones SM

Hay un bosque en cuyo recóndito corazón habitan los árboles que cantan, cuya savia cura y con cuya música bailan las hadas. Hasta allá llega Viana de Rocagrís, de la mano de Uri, un amigo de piel moteada y cabellos verdes, siguiendo el rastro de las leyendas que cantaba Oki el juglar en los salones del rey Radis, antes de que llegaran los bárbaros de las estepas del norte y se apropiaran del reino de Nortia venciendo a sus caballeros.
El rey bárbaro repartió las mujeres nobles entre sus guerreros, pero Viana logró engañar al esposo que le asignaron con ayuda de su nodriza, y escapó al bosque en cuyas lindes acampaban los rebeldes. Ese rey es invencible, tiene un arma secreta que planea usar para conquistar los reinos del sur, y es imprescindible averiguar qué es para evitar la definitiva pérdida de Nortia.
Nada mejor que los días de vacaciones navideñas para leer una emocionante historia de aventuras e imaginación, romance y finales más o menos felices en una edad media que no es tan idílica como algunos pueden creer. 
El libro es ameno, atrapa al lector, quien quiere seguir y seguir leyendo para saber cómo terminará la historia de Viana y de Uri, de Lobo y del caballero Robian.
Laura Gallego (Quart de Poblet, Valencia, 1977) es una joven escritora de obras juveniles de fantasía. Dentro de las muchas obras que ha publicado se encuentran Finis Mundi (premio Barco de Vapor), La Emperatriz de los Etéreos, La Leyenda del Rey Errante, Memorias de Idhún (trilogía), Mago por Casualidad, sólo por citar unas cuantas.
En su página web (www.lauragallego.com) comenta que la historia de Viana surgió de un episodio del Belianís de Grecia, un libro de caballería del siglo X en el que trabajaba para su tesis doctoral en Filología Hispánica; los títulos de los capítulos son un homenaje a los libros de caballería y el libro, en conjunto, dice la autora, "está repleto de referencias literarias: a los libros de caballerías -por supuesto-, a los tópicos del amor cortés, a la poesía juglaresca, a los cuentos de hadas tradicionales, a la novela de aventuras del siglo XIX, a los romances...hay una parte del epílogo, en concreto, que hace referencia a  un romance tradicional y a un poema de Garcilaso...". El libro Donde los Arboles Cantan, recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2012 otorgado por el Ministerio de Cultura español.
Realmente es un hermoso libro sobre una leyenda que se hace realidad en el mágico mundo de la literatura. Como dice Oki el juglar, puedes creer o no en las leyendas, eso no es lo importante; "lo esencial es la historia en sí...el mundo está lleno de historias. Todas las personas y todas las cosas tienen historias que contar. A algunas de ellas se llega a través de gente como yo, que las relata para que no se olviden. Otras, en cambio...se viven".




Datos tomados de la web de la autora: www.lauragallego.com
Dibujo del Castelo de Viana do Bolo (Ourense), en Castillos de Galicia, Google Maps

martes, 13 de noviembre de 2012

Cuentos de Hadas

LEJOS COMO MI QUERER
Marina Colasanti
Ediciones Norma


Este es un gran libro de cortas historias. Historias de príncipes y de princesas; de ogros, reyes y algún que otro dios. Historias de amor y soledad, de envidia y de ambición; de solidaridad, de ansias de libertad; y también de la necesidad de las historias y los cuentos para alegrar la vida y aprender a soñar.
Historias como la de aquel rey que añoraba un pan recién salido del horno o un plato de habas, en lugar de los elaborados platos que le preparaban sus cocineros. O la de una sumisa  mujer que comió un ave de carne oscura y le creció por dentro un ansia de cielos distintos, del cielo del sur. De la  pescadora que  cantaba en alta mar y los peces saltaban a sus cestas, embrujados por su voz y que encontró un amor en el fondo del mar. Del joven que no tenía nombre y, por tanto, no tenía rostro. De la princesa que era como el mar, profunda y misteriosa, llena de riquezas escondidas, y su pretendiente de ojos azules de tanto mirar el agua. De la mujer que tenía la luna debajo de la piel y que se escondía, hasta que vino la noche a buscarla. Y del ogro que se alimentaba solo de sueños, y de aquel hombre  que vagaba por el desierto siguiendo la duna que se había tragado su ciudad. Y del dios que bajó a averiguar por qué la gente no era feliz y descubrió que les faltaban historias para soñar.
Son cuentos de hadas, de esos que siempre amamos desde la niñez, pero nuevos cuentos, con otra fantasía, con mar y viento y montañas, escritos en un lenguaje sencillo, pero preciso y poético.
Su autora, Marina Colasanti (Eritrea, 1932) obtuvo con este libro el Premio Norma Fundalectura 1996. De padres italianos y radicada en Brasil, combina toda su herencia cultural en su escritura. Ha escrito libros para adultos, poesía pero, sobre todo, libros para niños, como Una Idea Toda Azul, Ana Z, ¿dónde vas?, Entre la Espada y la Rosa, La Joven Tejedora, Entre la Espada y la Rosa y varios más.
Es un libro que se lee y se termina con una sonrisa en los labios, o que uno no quisiera terminar porque, como dice Colasanti, un buen cuento es "aquel que sacude el alma del lector. El que, al final, lo obliga a respirar un poquito más profundo. Aquel que le da deseos de cerrar el libro de dejar el cuento siguiente para mañana, para poder prolongar en la boca el sabor del que terminó de leer" .
(Entrevista a Marina Colasanti, en Cuatrogatos.org)
Fotografía de un castillo en el mar, tomada de fondos10.net.
Fotografía de Marina Colasanti tomada de www.librerianorma.com.

domingo, 28 de octubre de 2012

Memoria y Fantasía

LA ESPOSA DEL TIGRE
Téa Obreht
Editorial Mondadori


Natalia Stefanovic, una joven médica, acude a atender una jornada de vacunación a niños huérfanos de la guerra, recogidos en un monasterio en la costa balcánica, en un pueblo que antes había pertenecido  a su país, y ahora era de otro; cosas de la guerra. En el camino se entera de la muerte de su abuelo en un sitio remoto que nadie  conocía; la abuela tampoco sabía que él había viajado a ese lugar y sólo se enteró cuando del hospital del pueblo llamaron a avisar que enviarían el cuerpo. El cuerpo había llegado, pero no sus pertenencias, las cuales se necesitaban para cumplir con los cuarenta días que requería un alma para desprenderse y encontrar su camino. 
Natalia le promete ir a buscar las cosas del abuelo. Recuerda los paseos de los domingos de su infancia para ver los tigres en el zoológico, y   las historias que le contaba:  Sus encuentros con el hombre inmortal, un personaje con el que se topaba en ciertas ocasiones y que le confesó ser quien llevaba las almas  a los cruces de camino "en donde se encuentran los senderos de la vida, donde la vida cambia", donde "la vida se transforma en muerte", para que  su tío las recogiese cuando hubiesen pasado los cuarenta días. La aparición de un tigre en el pueblo de montaña en donde nació  y la mujer sordomuda que lo alimentaba mientras la gente contrataba cazadores para matarlo, y cómo la mujer y el tigre encarnaron  el miedo de los otros a lo desconocido, a lo que era distinto, concentrándose en ellos para no ver que la guerra venía.
El libro contiene muchas historias que se mezclan con los recuerdos de la protagonista, al punto que no sabemos cuáles son realmente recuerdos y cuáles no; historias de habitantes del pueblo de su abuelo, de  leyendas y creencias de la gente y de sus rituales para aceptar la muerte, de las sucesivas guerras, y que, técnicamente, la narradora protagonista no tendría modo de conocer, lo que la hace poco creíble desde este punto de vista; son demasiadas historias, fruto, tal vez, de querer contar muchas cosas en el primer libro, pero aún así el lector se sumerge en el mundo al que conduce el hilo narrativo, se deja llevar, se conmueve y, cuando cierra el libro, siente que ha leído una buena novela. 
Alrededor de las historias, está siempre la guerra, la antigua, la moderna, la reciente, la que escindió y creó países en la región de los Balcanes; está, también,  la ilusión de una normalidad que no llega a constituirse en paz, porque "cuando la lucha  tiene un objetivo -liberarte de algo, interceder en nombre de un inocente-, tiene una esperanza de finalidad. Cuando la lucha es para dirimir algo -cuando luchas en tu propio nombre, por los lugares a los que está arraigada tu sangre, por la vinculación de tu nombre a algún hito o acontecimiento-,no hay nada más que odio, y la larga y lenta progresión de la gente que se alimenta de él y es alimentada, meticulosamente, por quienes les preceden. Entonces la lucha no tiene fin, y se produce en forma de oleadas, pero siempre conserva su capacidad para sorprender a los que albergan esperanzas de que acabe".
La autora de esta novela, Téa Obreht (Yugoslavia, 1985), llegó a Estados Unidos en 1997 huyendo de la guerra, en donde vive desde entonces. La esposa del tigre es su primera novela y con ella obtuvo el Premio Orange Broadband de Ficción 2011, el cual se otorga a mujeres escritoras en lengua inglesa que hayan escrito la mejor novela del año anterior. También, el New Yorker la ha mencionado como una de los 20 escritores menores de 40 años más importantes del país.

Fotografía: Stari Most (puente viejo) de Mostar, derribado durante la guerra y reconstruido por ingenieros españoles. Tomada de www.fronterad.com

viernes, 12 de octubre de 2012

UNA VOZ

LEONARD COHEN
Old Ideas



Hace poco  supe de Leonard Cohen, de pronto un poco tarde; leí una reseña de Jacobo Celnik  en la última edición de la revista Lecturas, de El Tiempo, busqué su música y, sencillamente, me encantó. De su disco Old Ideas impacta la voz, profunda, un poco cansada, tal vez; como la voz de alguien que te cuenta algo que viene de lejos, de un tiempo pasado, y te lo cuenta ahora, luego de superar días y penas. Es la voz y la poesía de alguien que está de regreso del mundo, que va a casa: "Going home without my sorrow, going home sometime tomorrow, going home to where it´s better than before" (Going Home, en Old Ideas)
Como anota Celnik, "Para ‘Old Ideas’ el cantautor canadiense tuvo todo el tiempo necesario para crear el disco adecuado que refleja la madurez y sabiduría de un hombre que ha dado todo por las artes. Un alma sincera y curada de heridas del pasado nos hipnotiza con canciones que dan respuesta a algunas preguntas de su pasado y el proceso de sanación de un ser abatido por golpes injustos que suele dar la vida. “Dímelo otra vez cuando esté limpio y sobrio; dímelo de nuevo cuando haya visto a través del horror; dímelo de nuevo, dímelo una y otra vez; dime que me quieres, entonces Amén". [http://www.eltiempo.com/lecturas-dominicales/que-vengan-los-cielos-y-escuchen_12276842-4]
Leonard Cohen, poeta y músico, es canadiense (Montreal, 1934). Obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, y en su discurso de aceptación del premio le hizo un hermoso homenaje a Federico García Lorca, a cuya poesía atribuye el haber podido encontrar su propia voz y romper así con el silencio.
Dijo Cohen: "en esta fraternidad en la que estoy con el poeta Federico García Lorca, puedo decir que cuando era joven y adolescente y buscaba una voz en mí, estudiaba a los poetas ingleses y conocía bien su obra, y copiaba sus estilos, pero no encontraba mi voz: solamente cuando por fin leí, aunque era una traducción, las obras de Federico García Lorca, fue entonces cuando comprendí que había una voz.
No es que haya copiado su voz, yo no me atrevería a hacer eso, pero me dio permiso para encontrar una voz, para ubicar una voz, es decir, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado, que lucha por su propia existencia, y conforme me iba haciendo mayor comprendí que las instrucciones venían con esa voz. ¿Qué instrucciones eran esas? Nunca lamentar, y si queremos, ni siquiera casualmente, ni si queremos expresar la derrota que nos ataca a todos tiene que ser en los confines estrictos de la dignidad y de la belleza. Y por tanto ya había encontrado yo mi voz, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción.["http://www.animalpolitico.com/2011/10/discurso-de-leonard-cohen-al-recibir-el-premio-principe-de-asturias-de-las-letras/].
En la obra de Cohen encontramos poesía, música, pinturas, toda una vida dedicada al arte. [www.leonardcohen.com]
La canción que destaca Celnik en su escrito es conmovedora y la música cala en el alma, como la lluvia en la tierra, voz que penetra en ese íntimo anhelo de alcanzar un refugio  limpio del mundo y del horror.

He llegado tarde a Cohen, pero he llegado.

domingo, 9 de septiembre de 2012

El viaje que nunca termina

EL DESVÍO A SANTIAGO
Cees Nooteboom
Ediciones Siruela


La idea del libro es un viaje a Santiago de Compostela partiendo de Barcelona, un viaje que no es la peregrinación de un creyente católico, no es a pié, no es directo; es un viaje que tiene múltiples desvíos provocados por los nombres de los lugares que "suenan como  un poema. Honoria del Pilar, Huerta del Rey, Palacios de la Sierra, Cuevas de San Clemente, Salas de los Infantes, Castrillo de la Reina...". El viajero visita monasterios abandonados en sitios que no figuran en los mapas, iglesias románicas en donde el aire es distinto, comarcas desoladas en donde es posible escuchar y tocar el silencio. Va en busca del pasado, por simple amor a él, y también, persigue el alma, el paisaje y el carácter de España, que están en consonancia con cosas conscientes e inconscientes de su ser.
Al principio, España "no fluía, no era agradable, era de alguna obstinada manera vieja e intocable, debía ser conquistada". Luego dejó de pensar así, y confiesa: "España es brutal, anárquica, egocéntrica, cruel; España está dispuesta a ponerse la soga al cuello por disparates, es caótica, sueña, es irracional. Conquistó el mundo y no supo qué hacer con él, está enganchada a su pasado medieval, árabe, judío y cristiano, y está allí con sus caprichosas ciudades acostadas en esos infinitos paisajes vacíos como un continente que está unido a Europa y no es Europa. Quien haya hecho sólo los itinerarios obligados no conoce España. Quien no haya intentado perderse en la complejidad laberíntica de su historia no sabe por dónde viaja. Es un amor para toda la vida, nunca termina de sorprenderte".
El libro recoge relatos de diversas épocas, pero es el mismo viaje que algún día terminará en Santiago: Por Aragón a Soria, que tiene "uno de los más bellos y conmovedores portales románicos de toda la cristiandad medieval"; Zaragoza, en donde se amontona la historia; al sur del Ebro, hacia Teruel, cuyo color depende del estado de ánimo del viajero;  Sigüenza, San Baudelio, El Burgo de Osma, Albarracín, lugares mágicos en donde hay "toneladas de vacío, años de tranquilidad, hectolitros de silencio" y en donde las cosas están iguales que hace mil años.
Pasa por Madrid, Aranjuez, Granada con sus palabras mudas que los visitantes no saben leer; Segovia que es una ciudad como un puño; y vuelve al norte, a Navarra, a la antigua ruta de los peregrinos, a los espacios del silencio. Oviedo y su hermosa iglesia de Santa María del Naranco, construida por Ramiro I; León, en "la que el pasado está sellado"; Lebeña, con su  altar de piedra tallada por los godos; y al final, Santiago y la alegre sonrisa de Daniel esculpida en granito,  las campanas  de la ciudad repicando al tiempo y los pasos del viajero resonando en las baldosas frías de la plaza.
El autor, Cornelis Johannes Jacobus María (Cees) Nooteboom (La Haya, 1933), conjuga en esta obra  la descripción con sus reflexiones, su visión de la  historia, sus recuerdos, sus lecturas, su asombro ante las maravillas del mundo, en fin, su vida de viajero  por esos sitios que quisiera contemplar siempre, y a los que vuelve una y otra vez, como sucede con España, su otra patria, tal vez la verdadera.
Dentro de sus obras están Rituales, El Paraíso está aquí al lado, Tumbas, La Historia Siguiente, El Enigma de la Luz, En las Montañas de Holanda y muchas más. Ha recibido diversos premios como el Príncipe de Asturias de las Letras 2009, Premio Bordewijz 1980, Premio Pegasus de Literatura, Premio de las Letras Neerlandesas, y reconocimientos de diversos países. Vive actualmente en Berlín y en Menorca.
Para los amantes del medioevo y de los viajes, éste libro resultará maravilloso.




Fotografías: Portada Oeste de Santo Domingo de Soria, tomada de www.arquivoltas.com.
Vista de Albarracín, tomada de www.viajesdiarios.com
Iglesia de Santa María del Naranco, Oviedo, tomada de wikipedia.
Sonrisa de Daniel en el pórtico de la Gloria, Catedral de Santiago de Compostela, tomada de http://suite101.net/article/sonrisas-picaras-en-el-portico-de-la-gloria-a2566

lunes, 13 de agosto de 2012

Esas lecturas de adolescencia

HERMANN HESSE, INOLVIDABLE

En la última edición de la revista Arcadia, hay un artículo de Hernán Caro titulado "Hermann Hesse, el hipersensible", a propósito de la conmemoración que se hace en Alemania a los cincuenta años de su muerte. Se pregunta si ese autor, tan ligado a las primeras lecturas adolescentes, aguanta lecturas posteriores o si es mejor "no torear la memoria".
Decidí aceptar el reto y busqué mis viejos libros de Hesse, los favoritos de mi adolescencia: Demián y Narciso y Goldmundo. Releerlos después de casi treinta años me conmovió, casi igual que cuando los leí por primera vez. En ambos libros, el personaje encuentra amigos que lo guían hacia su destino, que es conocerse a sí mismo. Yo no tuve esos guías, pero sí tuve una compañera de viaje en esos años complicados, y los libros fueron nuestros guías. Los saboreamos, los discutimos en largas caminatas bajo la noche barranquillera, escuchábamos a Santana durante horas mientras tratábamos de dilucidar cuál era nuestro destino, cuáles eran nuestros sueños vitales, y anhelábamos poder construir un mundo más justo, más incluyente, un mundo ideal.
Demián ayuda a Sinclair a reflexionar de una manera que rompa los esquemas morales de la época, a no clasificar las cosas, a no juzgar; le habla de aquellos que se consideran descendientes de Caín, los marcados por ser diferentes, valerosos y que siempre, por ello, han inquietado a la humanidad. Los que, si necesitan un dios, tendría que ser uno que fuese bien y mal, hombre y mujer, un dios que en la antigüedad se llamaba Abraxas.
Sinclair vadea los cauces turbulentos de la adolescencia, cuando se pisan las zonas "oscuras" del mundo y se resquebraja el universo infantil familiar, claro y sin sombras. Aprende que "el verdadero oficio de cada uno era tan sólo llegar hasta sí mismo", que "su misión era encontrar su destino propio, no uno cualquiera, y vivirlo por entero hasta el final".
Igual destino debe descubrir Goldmundo, guiado por Narciso, seres totalmente distintos, opuestos y, sin embargo, complementarios. Uno posee la plenitud de la vida, el amor, el arte y la tierra; el otro pertenece al mundo de la idea, el pensamiento, los recintos cerrados; para uno brilla el sol, para el otro la luna y las estrellas. Y cada uno debe conocerse a sí mismo y vivir conforme a ese conocimiento.
Como anota Caro en el artículo de Arcadia: "Ese es el gran tema de Hermann Hesse: el alma inquieta al acecho de sí misma. De ahí que para muchos críticos Hesse tenga un tufillo de autoayuda. Pero qué se le va a hacer si, al fin y al cabo, de eso se trata: de espíritus rebeldes, sedientos de libertad, en búsqueda de la felicidad, sea lo que esta sea. Y si hay una misión en los libros de Hesse, es esa: intentar describir el camino".
¡Hermosos y amados libros de mi adolescencia! Sí resisten una relectura al cabo de los años, superan el reto, por lo menos estos que fueron importantes para mí.
Hermann Hesse nación en Cawl, Alemania, en 1867 y murió en Montagnola, Suiza, en 1962. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1946. Entre sus obras están El lobo estepario; Siddartha, Peter Camenzind, El Juego de los Abalorios; Gertrude; su poesía, sus cuentos, y muchos más.


domingo, 8 de julio de 2012

UN LUGAR EN EL MUNDO


CRONICAS DESDE VILLA FRANCA

Cándida Reyes Cepeda



Villa Franca siempre ha estado aquí, pero nosotros solamente la encontramos en mayo. Ahora tiene la enorme tarea sobre sus espacios de facilitar nuestros sueños de ser hacendados y de respirar el mar cada mañana.
Durante mis continuos paseos en la playa he escrito muchas páginas y páginas de crónicas sobre nuestra nueva forma de vida pero tal es la magia del lugar que no consigo estar satisfecha: nada refleja la sensación de haber descubierto el continente perdido de Atlántida,a 50 km de Montevideo.

Uruguay es aún para nosotros el gran desconocido aunque para los locales la perspectiva sea muy fácil: sólo existe Montevideo y el resto es interior. Los 50 km de distancia bien pudieran ser un océano u otro continente, aunque vale decir que para los inmigrantes éste es un rincón memorable y acogedor para echar raíces. Y no lo digo yo sino las decenas de alemanes, daneses, suizos, ingleses y qué se yo que más gente que se ha establecido silenciosamente durante los últimos años.
Jenny, la antigua propietaria de nuestra casa nos dejó una cantidad limitada pero excesiva de cachivaches. Bueno, yo le pedí que dejara todo lo que no le sirviera dado que nosotros no trajimos cama, ni nevera, ni horno...Bueno, nos trajimos a nosotros y sólo encontramos el equipaje 5 meses después. Decía que Jenny nos dejó herencia y, entre ella, un curioso poema de Jorge Luis Borges  sobre un atardecer, escrito en la pared. Uno de los versos dice:
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaidas, si pudiera volver a vivir viajaría más liviano”. O sea que llegamos al lugar perfecto, sin paracaídas pero con una propietaria generosa que nos tenía descritos de antemano en la pared, como una ilusión de vida. El poema también habla de comer más helados que habas pero eso no aplica: ¿¿¿Habas??? ¡¡¡Puahh!!!, ¡ni hablar!
Como Jenny la siquiatra, Alejandro el carpintero, Shirley la pensionada americana y Giuseppe el suizo, tienen los uruguayos algo en común. Digo, además de la nacionalidad: son bien educados y muy amigables. A algunos los puedes reconocer porque no abandonan el mate por nada. Es un aprendizaje de las leyes del equilibrio el verlos con el termo de agua caliente, la bombilla del mate y escribiendo textos en el teléfono con el bus en marcha...A ratos creo que deben tener una mano extra oculta que aparece para no irse de cabeza cuando el chofer arranca.
Nosotros aún no somos uruguayos ni lo seremos, porque lo que solicitamos fue residencia y no nacionalidad. Pero igual estamos adoptados por el club de los abuelos en Parque del Plata, el balneario vecino. Para ingresar al club de los abuelos debes tener más de 30 años lo que entiendo significa entrar en la tercera edad (ja, ja). En todo caso la mayoría de los miembros del club que hemos conocido rumbean como enanos desde el jueves hasta el domingo y, entre semana, juegan algo cuyo nombre no recuerdo y que se parece al póquer. Franscito ha perdido el aguante y nosotros sólo vamos a las clases de tango los jueves. Eso, cuando no está cansado del trabajo de hacendado, pues Villa Franca demanda mucha atención.
Utilizando un poco de sicología e intuición de Selecciones, me imagino que Jenny tiene tendencia a esconderse pues la casita se oculta al final del jardín lleno de todos los árboles que se puedan imaginar y tiene muy pocas ventanas. El trabajo de iluminar la villa nos corresponde y cuesta algo más que dolores de cabeza. Eso que todavía no hemos comenzado... para alivio tenemos una cosecha enorme de mandarinas, pomelos y limones. O sea que vitamina C hay suficiente por ahora....Como ven la influencia del mar se nota en mis escritos y las cosas van y vienen en un tiempo que parece permanecer sin comienzo ni final. Menos mal que habrán otras crónicas pues esta historia apenas comienza.

 
Fotografías: Playa frente a Villa Franca, Cándida Reyes; Villa Franca, Cándida Reyes; Mapa, tomado de es.surf-forecast.con; Atardecer en Parque del Plata, tomada de Turingia.net; Mate, tomada de streetphoto.com

domingo, 24 de junio de 2012

LA LUZ DE LOS LIBROS

LA LUZ DE LA NOCHE

Pietro Citati
Editorial Acantilado
Barcelona, 2011


Este es un libro para leer despacio, con deleite, con ese placer íntimo que nos causan las palabras, su encadenación, su ritmo, su esplendorosa poesía.
Es un libro de ensayos, no sobre los mitos en la historia del mundo, sino sobre los libros que nos hablan de esos mitos;  sobre la lectura que hace este maravilloso escritor que es Pietro Citati (Florencia, 1930) de esos libros,  de obras de arte, de lugares, del mundo entero; una lectura profunda y poética que nos da una nueva visión sobre esas historias que anidan desde siempre en la imaginación y en el corazón de los hombres, sus transformaciones, sus similitudes a lo largo de los siglos, y que reflejan esa necesidad de contestar incógnitas, de darle nombre y origen a las cosas, de llenar el vacío del universo y la soledad con imágenes, con dioses, con algo que brinde una mínima certeza, un asidero frente a la nada.
El libro comienza con un capítulo, que es realmente  un hermoso canto, sobre los escitas, ese antiguo pueblo del que habló  Herodoto,  que emigró durante un tiempo a Oriente Medio, con cuyo arte y magnificencia combinó el suyo, fusión que se observa en sus tumbas, mezcla de la artesanía escita con imágenes orientales, "como si Oriente y Siberia, los palacios y los carros, dos mundos opuestos, se hubieran fundido en una imagen radiante".  
Seguimos a las fortalezas ciclópeas de Micenas que explican por qué Esquilo y la imaginación de los hombres situaron allí, "como si fuera su cuna natural, los grandes mitos y los héroes de las tragedias"; porque "¿En qué otro lugar, sino en aquella fortaleza que dominaba los llanos de la Argólida como un castillo feudal maldito, habría podido el hombre conocer los pecados generados por su mente tortuosa?: la desmesura; la audacia sin límites; el desenfreno de los sentidos  de la imaginación; la impudicia del corazón; la serpiente de la traición; la ferocidad contra la propia sangre."
Encontramos a Apolo, el dios griego de la luz, "extraña luz: luz que en su esplendor desmesurado, superando dolorosamente el grado más alto de intensidad de la luz y del sonido, contiene en sí toda la profundidad de las tinieblas"; y a Hermes, su hermano, quien "llevaba consigo el inmenso pueblo de los sueños", y estaba "tejido de una noche serena y leve, que ignoraba las tinieblas profundas de Apolo", cuya luz era la de los ojos; ambos dioses inventaron la lira y la poesía, dioses "antitéticos y avenidos" cuyas formas poéticas "viven aún entre nosotros, escondidas tras miles de disfraces".
Pasamos por Ulises, cuyo reino "era el del relato, tan ilimitado e intrincado como el dibujo de sus viajes trazado en el mapa del Mediterráneo". Por la construcción del amor filosófico de Platón, en El Banquete y en Fedro, en la voz de Sócrates que nos dice que "si quieren crear, los hombres creativos deben enamorarse". 
Nos detenemos en las artes acrobáticas de Apuleyo, quien sabía que "la literatura no puede contar más que magia y metamorfosis",  como lo hace precisamente en sus Metamorfosis o  El Asno de Oro, en donde narra un viaje iniciático en los misterios de Isis, la antigua diosa lunar, la reina de Eros, de la luz de la noche de que hablan los  místicos, "esa luz resplandeciente y velocísima, que alumbra al alma al menos una vez en la vida, cuando, en un fulgor de beatitud, podemos tocar con los ojos las cosas divinas".
Y así, capítulo a capítulo, leemos -con el alma de Citati- cómo entiende un pagano a San Pablo; las visiones de Dante y de Agustín; la trascendencia del Tao en Chuang-Tzu; el encuentro de China con el cristianismo; la literatura islámica, el "inexistente" libro de Las Mil y Una Noches, "el más bello apólogo...sobre el arte de contar"; las oraciones toltecas, curiosamente parecidas a las cristianas; la muerte de los dioses incas en los recuerdos de Garcilaso; Montaigne, encerrado en su torre, transformando "la riqueza de los libros mediante el ritmo nervioso y sustancioso de su prosa"; la melancolía de las hadas, de Kirk, que se origina por  ser "criaturas divididas, ni ángeles, ni hombres, ni demonios"; el exilio por los caminos del universo de la Shekhina, "el rostro femenino de Dios"; La flauta mágica de Mozart, que recuerda el viaje de iniciación hacia Isis y que nos regresa a Apuleyo; la poesía de Rumi, para quien "todo cuanto nuestras miradas contemplan en el espejo lleno de color y perfumado del universo es un reflejo de Dios"; los sueños, las elucubraciones mentales, los infinitos mundos que el hombre ha creado en multitud de libros, pinturas, partituras; espejismos, vanidad, locura, poesía, arte.
Otras obras de Pietro Citati son Goethe, Historia primero feliz, luego penosísima y funesta, Tolstói, Kafka, El Mal Absoluto, Leopardi. Ha recibido los premios Viareggio, Strega, Médicis, Grizane Cavour y Premio a la Latinidad.




Fotografías: La puerta de los Leones, en Micenas, tomada de  wikipedia.
Portada de la edición en latín de John Price de la obra de Apuleyo Las metamorfosis o El asno de oro (Gouda, Netherlands, 1650), tomada de wikipedia
Pietro Citati: tomada de acantilado.es



sábado, 12 de mayo de 2012

El propio mar

MEDITERRÁNEOS
Rafael Chirbes
Editorial Anagrama


Un viajero recorre varias ciudades de la costa mediterránea, repasando unas páginas del mundo ya leídas, buscando antiguas visiones, imágenes, olores viejos; contemplando los cambios que la modernidad, el excesivo urbanismo, y los turistas, han provocado en lugares que podían, antes, calificarse como paraísos.
Los picos de Creta, y abajo el mar, semejante a "una ardiente lámina de metal"; Estambul y el poder de los nombres que la envuelven, Europa, Asia, Bósforo, Mediterráneo, Constantinopla...; Chebba, en la costa de Túnez, en donde los pescadores guardan "la misma forma de mirar desde la escollera la tarde que se desploma sobre el agua"; Génova, la "esplendorosa -y decrépita- puerta de Italia", que Freud recomendaba a sus pacientes para curar la neurosis; Venecia, "nuestra ciudad secreta e interior, de la que alguien ha construido una maqueta en medio de la laguna adriática"; El Cairo, envuelta en un aura de arena, que le hizo recordar el lamento de Bowles por el "limitado número de oportunidades que nos concede la vida para hacer o contemplar las cosas que nos gustan"; el puerto de Denia, en la costa valenciana, a donde fue a buscar sus recuerdos.
Es este un hermoso libro que contiene la mirada crítica, nostálgica y poética, de un viajero que recorre esas costas mediterráneas que siempre conservan un halo de sueños, de aventuras, de historia; una imagen antigua y sin embargo, permanente, de un mundo que le abrió sus maravillas, desde su adolescencia, con la lectura de otro viajero de principios del siglo XX, Fernand Braudel, que aún viniendo del norte, le ayudó a entender su propio mar.
El autor, Rafael Chirbes (Tavernes de la Valldigna, Valencia, España, 1949) es considerado un "novelista de culto y un viajero de anchos horizontes" que pertenece "a esa raza de intelectuales que cuestionan siempre el discurso establecido" (según Alejandro Luque, en www.mediterraneosur.es). 
Dentro de sus obras, se destacan Crematorio, Premio Nacional de Crítica, y Mimoun, Premio Herralde, así como Por Cuenta Propia, una reflexión sobre leer y escribir, y El Viajero Sedentario en donde, como en Mediterráneo, recoge sus artículos de viaje.

Fotografías: Estambul al atardecer, tomada de estambul.org. Mirador en Benidorm, tomada de comunitatvalencia.com. Chirbes, tomada de mediterraneosur.es
Nota: Fernand Braudel (Francia 1902-1985), historiador autor de la obra El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, publicada en 1949

martes, 24 de abril de 2012

La fantasía de la fantasía


EL MAGO Y EL ESCRITOR
Graciela Repún
Editorial Norma

Este año la Feria del Libro de Bogotá tiene una sección infantil y juvenil muy bien montada, con una amplia oferta de libros, juegos y atracciones. Es una de las secciones de la Feria que más me gusta, debe ser por mis cortos años. Allí encontré este libro que me ha parecido maravilloso: una biografía de  J.R.R. Tolkien, el autor de El Señor de los Anillos, con una novedad: es contada por Gandalf, el mago.
Por obra y gracia de esos malabarismos que solo la literatura puede hacer, los personajes de Tolkien asisten a su propio nacimiento en la mente y en las palabras del escritor. Y nosotros, como lectores, asistimos al nacimiento, vida y pensamiento del escritor, y al proceso de creación de sus obras, a sus fuentes, al mundo mágico de los mitos y las leyendas que le acompañaron desde su niñez, a los idiomas que inventó para sus pueblos imaginarios y que tienen su raíz en lenguas antiguas, al miedo a las tarántulas, a sus debates sobre el bien y el mal.
El libro consta de dos partes: la primera se llama Sol y contiene la biografía de Tolkien contada, como ya dije, por el mago Gandalf.
La segunda se llama Luna y nos resume los principales mitos en los que se alimentó la obra de Tolkien, y sus héroes favoritos, como el  Beowulf, las Eddas de los pueblos germánicos, el Kalevala finlandés, la  Atlántida perdida de los griegos, Prometeo, Merlín y Arturo.
La autora del libro es Graciela Beatriz Repún, "argentina nacida en la ciudad de Buenos Aires que también ha firmado sus trabajos como Beatriz Melantoni y Juan Grisín. Es autora de cuentos, novelas, obras de teatro, biografías y poesías, y ha sido editada en Argentina, Uruguay, Chile, Puerto Rico, México, España, Inglaterra e Italia.Ha recibido varias distinciones, entre otras el Primer Premio Fantasía, categoría Poesía, por “Ojo al piojo con estas Coplas”, Primer Premio Fantasía, categoría Fantasía, por “Ojo al piojo con estas Adivinanzas y Trabalenguas”, y el “White Ravens”, otorgado por la Internationale Jungendbibliothek de Munich, Bologna, por “Leyendas argentinas”. Entre sus numerosos libros se encuentran: “El mar está lleno de sirenas”, “El príncipe Medafiaca”, “Abeja Oveja”, “El libro de los Dioses, los Héroes y los Mitos” “Prolijo Desprolija”, ”¿Quién está detrás de esa casa?”, “Mariporejas” “Io scopro”, “Familias, la tuya, la mía y la de los demás”. “¿Está lista la princesa?”, ¿”Quién está detrás de esa casa?”, y “Tolkien para principiantes”. 
También es coordinadora de talleres de escritura, y recopila leyendas y poesías tradicionales para el Boletín Imaginaria.
Entonces, para los chicos, y para los no tan chicos que seguimos amando los cuentos de hadas, las mitologías y los mundos fantásticos, recomiendo este libro con su novedosa forma de contarnos una biografía.  Y recomiendo, también, ir más allá de las películas de El Señor de los Anillos, porque la obra escrita es muchísimo más rica en  fantasía, en personajes, y en los nombres y el lenguaje de los distintos pueblos de la Tierra Media.
(Reseña biográfica y fotografía de la autora tomadas de http://www.imaginaria.com.ar/18/8/foro.htm)

jueves, 12 de abril de 2012

Prohibir, Restringir, Prohibir

En estos días tiene lugar una cumbre de mandatarios y empresarios extranjeros en Cartagena y, so pretexto de la seguridad, han restringido la libre circulación de los cartageneros y turistas, los parrilleros en moto, el tránsito por ciertas partes, las ventas ambulantes,  y han prohibido la venta de licor. ¿Se aplicará la prohibición también a los ilustres visitantes? ¿Se les prohibirá ese delicioso placer de pasear por la Calle Larga y de tomarse algo refrescante en uno de esos maravillosos bares, mientras cae la tarde? ¿Y de ver la gente, el bullicio, los vendedores, el bololó tradicional de una ciudad caribeña, su color y encanto? Les mostrarán, en cambio, una ciudad aséptica, vacía y aburrida, todo lo que no es.
Me pregunto si también se paralizan y desocupan Nueva York, Washington, Roma, París, cuando las visita algún mandatario o empresario importante, o si las ciudades siguen su ritmo normal, como debe ser.
En los últimos tiempos, en nuestro país ha ido creciendo una tendencia prohibicionista bajo el paraguas de la seguridad, la propia y de los demás, sin tener en cuenta que cada prohibición le resta un pedacito a la libertad personal. Se proponen mil prohibiciones diversas bajo apremio de amonestación, multa o un carcelazo. Todo lo quieren solucionar con prohibiciones y sanciones, y no con educación y prevención. Y es que parece ser  más fácil prohibir y sancionar,  que formar un ciudadano.
John Locke dijo, en su Ensayo sobre el Gobierno Civil, que "el fin de la ley no es abolir o restringir sino preservar y ensanchar la libertad".
Y Benjamín Francklin sostuvo que "aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad."
Frases ciertas, bonitas, tan lejanas para nosotros...
Y lo peor de todo es que, con tanto despliegue de fuerzas armadas, dispositivos y restricciones, con las cuales pretenden mostrar que hay seguridad, lo que se evidencia es lo contrario: que no somos un país seguro.
Con tal aparato de "seguridad", ni creo que puedan arrimar a Demo al presidente Obama más allá de la foto, como quiere un turbaquero, así esté totalmente vacunado...
 
Fotografías tomadas de: ajacartagena.com; colombia.travel; noticias24; el pais.com