domingo, 13 de agosto de 2023

Los cantos permanecen

 

EL SILBIDO DEL ARQUERO
Irene Vallejo
Random House 2023


Eneas ha huido de la Troya devastada por los griegos, con un puñado de sobrevivientes, su padre Anquises a hombros portando los Penates, y con su hijo Yulo de la mano. Van camino de Hesperia, de Italia,  siguiendo una antigua profecía según la cual fundarían una nueva Troya que sería la cuna de un imperio más grande que sus sueños y más duradero que sus derrotas.

Un naufragio les arroja a las playas libias en donde la reina Elisa de Tiro, también llamada Dido, levanta la ciudad de Cartago. Luego de oírle decir quién es, en la lengua de los palacios que los demás no entienden salvo su hermana Ana, le ofrece hospitalidad pese a la hostilidad de sus guerreros. En el banquete de esa noche, Eneas cuenta la tragedia de Troya; invisible, Eros le escucha; le atraen los hombres que "tejen sin cesar historias apasionantes, es su forma conmovedora de coexistir con el caos", mientras que los dioses no conocen la aventura, nunca les sucede nada, son eternamente jóvenes, no corren ningún riesgo, solo existen "en un asfixiante equilibrio, como seres pálidos, desprovistos de un mañana" y satisfechos de sí mismos. Eros viene a hacer de las suyas, según Virgilio, por amaño de Venus, que teme "la falsía de la casa y las dobleces de los tirios". 

En este libro, parece que viniese por curiosidad, testigo asombrado de las luchas de los hombres que nacen y mueren en sus vidas efímeras, durante la cual "saborean todas las delicias: la intensidad del deseo, la pasión fulgurante, la fuerza transfiguradora del amor, la posibilidad de arriesgar, la fantasía que perite inventar palabras e imágenes para sobreponerse al caos".

Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) ha escrito una hermosa reelaboración de los capítulos de la Eneida, de Virgilio, relativos a Dido y Eneas, pero sin la intervención de los dioses, salvo por la mirada reflexiva de Eros, que asiste frustrado al desenlace trágico de una historia que debió ser de amor, pero al que se sobrepusieron los hados que rigen a Eneas.

El silbido del arquero es una obra polifónica. Hablan Eneas, Elisa, reflexiona Eros, y Ana la hermana de Elisa, en primera persona, y el poeta Virgilio en tercera persona. Virgilio camina por las calles sucias de Roma, angustiado porque ha devenido en el poeta de Augusto, y éste le ha encargado "un poema sobre la guerra, el valor de los hombres y el destino de Roma", una obra que sea tan grande como la Ilíada.
Virgilio -Colección Louvre


Pero Virgilio piensa "que nunca será capaz de escribir grandes versos sobre las guerras épicas de Eneas en Italia", y ronda en su mente a Elisa, a Eneas en Cartago, remos, vientos y mar y "los sueños que forjan los que aman". En su deambular por Roma se encuentra, o delira que se encuentra con Homero, que le recita un verso de la Ilíada: "En lo sucesivo, los poetas cantarán nuestros sufrimientos a generaciones que están por nacer".

Con ese verso encuentra su voz, y comenzará a escribir narrando el dolor de los vencidos, pues "la derrota es siempre el punto de partida de una gran historia". La huida de Troya, los naufragios, el amor de Elisa y su muerte, su partida a Italia y la fundación de una ciudad "en tierras del Tíber, pero no vivirá lo suficiente para verla crecer". Compondrá el poema para Augusto, dará vida con sus versos a sus antepasados pero, piensa, "les insuflaré mis esperanzas y no su sed de poder. Cantaré al Imperio más poderoso del orbe cuando era sólo el frágil sueño de un náufrago".

El libro es un deleite para los amantes de la literatura, de los mitos antiguos, de la poesía, y es una maravillosa fantasía de cómo pudo haberse gestado un poema épico como la Eneida.  Virgilio es el gran protagonista, la obra va naciendo al vaivén de sus sueños , y la lúcida visión de Eros nos cambia un poco la idea de esos dioses etéreos, insensibles e inmutables que alguna vez los hombres hicieron regidores de sus destinos. El mito de Eneas y Elisa está marcado por la tragedia, por una derrota del amor, de la cual también surgirá una canción.

Irene Vallejo es  doctora en Filología Clásica por las universidades de Zaragoza y Florencia, y una afamada escritora cuyo libro El Infinito en un Junco ha recibido múltiples premios: Premio Nacional de Ensayo, Premio Aragón y Premio Lo Libreros Recomiendan, entre otros. 

Ha escrito otras obras como  El pasado que te espera, La luz Sepultada, El inventor de Viajes, Manifiesto por la Lectura, entre otros