martes, 16 de julio de 2013

LA PIEL DEL TAMBOR
Arturo Pérez Reverte
Ediciones Alfaguara
1995


Un hacker entra al sistema informático del Vaticano, y sorteando todas las barreras y filtros, deja un mensaje en el computador del Papa: hay una iglesia del siglo XVII en Sevilla que está matando gente para defenderse, una iglesia pequeña y en eterna restauración por falta de fondos. El mensaje le pide al Papa que mire a los humildes también.

El Instituto para las Obras Exteriores del Vaticano (IOE) y la Congregación para la Doctrina de la Fe (antes conocida como Santo Oficio de la Inquisición) envían al padre Lorenzo Quart a indagar de qué se trata el asunto. El padre Quart es un hombre apuesto y elegante, que ha realizado labores diplomáticas y delicadas para el Vaticano durante su carrera eclesiástica, y que se ve a sí mismo como un soldado, como un templario que se apoya en su espada en un desierto, solo, sin más fe que el reglamento y la disciplina sin los cuales se habría perdido en el vacío. 

En Sevilla se enfrentará con un cura terco y obstinado, don Príamo Ferrer, vestido con una sotana deslucida y zapatos sin embetunar, que fue trasladado de una parroquia en las montañas cuando se le murieron todos los fieles, y que lucha porque su Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas permanezca "mientras una pobre mujer necesite arrodillarse en busca de esperanza o consuelo"; cuenta  con el apoyo de las descendientes del duque del Nuevo Extremo, Gaspar Bruner de Lebrija, quien la donó al Ayuntamiento mientras se diese una misa por su alma todos los jueves a las ocho de la mañana, y con la ayuda de Gris Marsala, una monja norteamericana experta en restauración que arribó un día a Sevilla huyendo de sus fantasmas.

También se verá envuelto en una intriga urdida por banqueros corruptos que buscan derribar la iglesia para construir una urbanización moderna en el lote. Al frente de la red está el ex marido de Macarena Bruner, una sevillana aristocrática de pura cepa cuya belleza pondrá a tambalear el voto de celibato del padre Quart.

El ex marido de Macarena, Pencho Gavira,  no escatimará en gastos y estrategias torcidas para lograr su cometido, utilizando a Peregil, su servidor de confianza, un jugador empedernido que se feria la plata para contratar maleantes, quedándole sólo el recurso de un trío de dudosa eficacia: Don Ibrahim, un falso abogado indiano, La Niña Puñales, una decadente  cantaora de flamenco que sueña con un tablao para seguir cantando coplas con voz aguardentosa, y El Potro del Mantelete,  un ex torero y ex boxeador tardo de entendimiento, gente con los sueños rotos que medra por la vida buscando una oportunidad de superar la mala suerte, así sea con malas artes.

La novela de Arturo Pérez Reverte (Cartagena, España, 1951; periodista, escritor y miembro de la Real Academia Española de la Lengua) es una maravillosa mezcla de intriga policíaca, de historias de amor trágico, de soledad y secretos, con  barcos que siguen zarpando hacia La Habana llevando capitanes que no vuelven, y chispas de folletín y folclor,  que hacen de su lectura un verdadero placer. El fondo de la novela es Sevilla, esa ciudad que conserva en sus rincones, calles, colores y en la luz, "el rumor del tiempo que se extingue despacio".

También está en el fondo esa distancia del Vaticano frente a sus iglesias pobres, la lucha de poderes entre los de Roma y los locales, y esa indiferencia de los poderosos de la Iglesia ante las debilidades humanas, esa coraza de aislamiento y frialdad que el padre Quart terminará rompiendo. 

La Piel del Tambor fue publicada en 1995, antes de la saga del Capitán Alatriste. La precedieron obras como El Maestro de Esgrima, El húsar, La Tabla de Flandes y El Club Dumas. Pérez Reverte tiene una abundante producción literaria, casi un libro por año; las últimas novelas publicadas son El Tango de la Guardia Vieja y El Puente de los Asesinos, la última de la serie del Capitán Alatriste (hasta ahora).




Fotografía del autor tomada de facebook
Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas, tomada del libro La Piel del Tambor