lunes, 30 de noviembre de 2009

¡Por fin noticias buenas!

En la edición impresa de El Tiempo de hoy llegó -¡por fin!- una separata titulada  "Colombia Positiva", en la cual se da cuenta de cosas que hacen los colombianos y que contribuyen con sus comunidades de manera favorable.  Es que, realmente, resulta agobiante la andanada de asesinatos, robos, violaciones, capturas, corrupción, narcotráfico, paramilitares y alias con que nos inundan los noticieros y periódicos todos los días. ¡Ah! y los accidentes y los muertos a montones, y cuando parece no haber suficientes en nuestro día, los traemos de otros países como India o Africa, como para cumplir la cuota. Uno llega a preguntarse si en este país nunca pasa nada meritorio, nada loable, nada honesto; nada que merezca ser noticia y que no sea frívolo o fútbol.
Bienvenida, entonces, esa separata de El Tiempo. Ojalá perdure y otros medios tomen ejemplo. Porque Colombia es un país hermoso, lleno de gente trabajadora y buena que lucha por salir adelante en medio de circunstancias complejas y difíciles y que, a pesar de ellas, es capaz de sonreir.

martes, 24 de noviembre de 2009

Plegarias sobre el desierto de Nazca

Texto: Silvia Reyes Cepeda
Fotografías: María del Pilar Colom




Nazca es un desierto de cascotes de piedra quemada por el sol que se extiende por más de 500 kilómetros cuadrados, cerca de la costa del Perú, al sur de Lima. Las montañas que lo circundan parecen calcinadas como por algún cataclismo ocurrido en un mundo antiguo. Vigilan los dibujos trazados en la pampa y tal vez esperan las ofrendas que el nazca elevaba rogando por el agua.
Las líneas y los dibujos hechos hace miles de años guardan aún su secreto. No hay sino elucubraciones sobre qué querían decir. ¿Reflejan, acaso, los trazados invisibles de las estrellas? ¿Quiso el nazca imitar a dios reinventando un cielo sobre las piedras del desierto más seco y solo del mundo? O, tal vez, ¿quiso tener alma y ojos de pájaro con un corazón de arena?
Las líneas cruzan el desierto. A veces parten de nudos y sus radios apuntan a todos lados.
Otras, forman triángulos, trapecios, rectángulos, y entre ellas, aparece de pronto la figura de una ballena, de una orca, de pájaros enormes, un mono, una araña, una flor.
Todas ellas recuerdan lo que no existe aquí: agua, océano, vegetación, vida animal. De pronto son rogativas a los dioses del agua, para que la devuelva a la tierra reseca.
María Reich, la dama de la pampa, pensaba que eran el libro de astronomía más grande del mundo, y que señalaban los ciclos del sol, porque algunas líneas apuntan al ocaso en los solsticios y equinoccios. Decía, también, que los dibujos eran una representación nazca de las constelaciones, y que un trabajo de esta magnitud tenía que ser algo más que simples rituales a los dioses, como siempre se explican los restos antiguos cuyo significado real se desconoce.
Su teoría ha sido discutida y ahora se habla de invocaciones a los dioses del agua y de la lluvia, pues las líneas apuntan a las montañas, de donde viene el agua, y los dibujos recuerdan inevitablemente un mundo en donde existe agua.
Estas interpretaciones despiertan más nuestra imaginación que las puramente científicas. El hombre es dado a creer, inevitablemente, en los dioses, en el destino, en los misterios y en las casualidades. Nuestro guía en Nazca nos contó que la señora Reich sufrió la amputación de un dedo, de manera que no tenía diez sino nueve dedos, y que si observábamos las figuras con dedos, todas tenían nueve dedos, como la del mono o la de las manos o sapo.
Esas historias nos seducen, nos hacen soñar, así como nos hace sentir menos solos la idea de la existencia de uno o varios dioses vigilando desde el cielo su creación.
Sin embargo, viendo este inmenso desierto cruzado por tantas líneas mudas, es forzoso preguntarse ¿a dónde se fueron los dioses de los nazca?
Elías Canetti dijo alguna vez: “¿Regresará Dios cuando su creación esté destruida?”
En Nazca, ¿Regresarán algún día los dioses cuando ya el tiempo o los cambios del clima hayan borrado las rogativas escritas en la arena por un pueblo desaparecido? Dos mil, tres mil años, son apenas un parpadeo de sus ojos infinitos. Tal vez decidan complacer algún día a esos hombres que ya no existen, y devuelvan el agua a las planicies de piedra calcinada, los flamingos y los colibríes, los monos y las flores, los ríos y las ballenas. Empezaría otra vez el mundo, y una nueva raza de hombres pintaría, entonces, dunas y cardos y remolinos de arena y viento para recordar el tiempo ido, y comenzaría el ciclo de ruegos y plegarias a los dioses invisibles.
Mientras tanto, atardece en el desierto de Nazca. Un sol naranja que parece el último del mundo, se oculta en silencio y la brisa enfría de repente. Remolinos de arena cruzan la pampa, como fantasmas enloquecidos y, mientras cae la noche despacio, las líneas se cierran con su misterio bajo las estrellas heladas.
En su tumba bajo la tierra que tanto amó, María Reich ya debe conocer el secreto de los dibujos pintados en la arena.



Links: Sobre el Coaching

Según la ICF, International Coach Federation, "El coaching profesional consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante el proceso de coaching, el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida.

En cada sesión, el cliente elige el tema de conversación mientras el coach escucha y contribuye con observaciones y preguntas. Este método interactivo crea transparencia y motiva al cliente para actuar. El coaching acelera el avance de los objetivos del cliente, al proporcionar mayor enfoque y conciencia de sus posibilidades de elección. El coaching toma como punto de partida la situación actual del cliente y se centra en lo que éste esté dispuesto a hacer para llegar a donde le gustaría estar en el futuro, siendo conscientes de que todo resultado depende de las intenciones, elecciones y acciones del cliente, respaldadas por el esfuerzo del coach y la aplicación del método de coaching."

COACHING, dice Focus Coaching,  "es ganar conciencia de sí mismo a través de una conversación con propósito, que abre las puertas de las posibilidades de ser, evolucionar y generar movimiento constante hacia una vida plena."

FOCUS COACHING, es  un equipo interdiciplinario de Coaches acreditados por la Federación Internacional de Coaching (ICF), que busca "acompañar  el despertar de nuevos sueños sin fronteras", y cuya misión es "dejar huella en la vida del ser humano acompañándolo en su transformación".

SUS VALORES son: Compromiso, transparencia, ética, confidencialidad y foco.

Bogotá

viernes, 20 de noviembre de 2009

Contra la corrupción, formar ciudadanos

En todos los medios de prensa de hoy han sido publicadas las declaraciones del Fiscal General encargado sobre el alarmante aumento de la corrupción. El diario La República titula así su separata de Asuntos Legales: "La corrupción mina los resultados económicos de los Departamentos".
Al mismo tiempo, se publican las declaraciones del Presidente anunciando una "emergencia social" que genere recursos para que los Departamentos puedan cubrir los mayores costos que requiere el sistema de salud, ocasionados, según su dicho, en las sentencias de la Corte Constitucional que obliga al pago de medicamentos y tratamientos no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud. Esa emergencia social implicará aumento en los impuestos de licores, cervezas y cigarrillos y que pagarán los mismos consumidores, ya que son impuestos indirectos.
Entonces, por un lado la corrupción mina los resultados económicos de los Departamentos, y por el otro se les dará más dinero.
Eso, sencillamente, no tiene sentido, y menos si se repasan todas las noticias sobre eventos de corrupción, precisamente en el sector salud de los Departamentos.
La corrupción es una espiral que crece y crece en nuestro país, sin control,  que contamina todas las instancias de la vida pública, e incluso privada, y que amenaza con ahogarnos a todos. Y es que, como dijo alguna vez el exministro Fernando Cepeda, la corrupción comienza con el chico que se copia en los exámenes, con el que se vuela la fila para llegar primero por encima de los demás. Luego, la tarea básica es construir valores, es educar en valores, es formar ciudadanos.
Como se lee en la publicación de El Tiempo sobre Ética Mundial: "Los deberes de los que aquí se habla son éticos y no pueden incluirse en un sistema jurídico; son anteriores, implican la formación del ciudadano. Su único objetivo es preservar la dignidad humana. Se relacionan con la libre conciencia, con el respeto a la naturaleza, con el amor. Nacen de la responsabilidad y del corazón."
¿Será que en Colombia nunca formamos ciudadanos?


lunes, 16 de noviembre de 2009

Crónicas desde Holanda: Mechelen

Por: Cándida Reyes Cepeda

Esta semana estuvimos de vacaciones. Nos fuimos a Mechelen en Bélgica. No tuve tiempo de averiguar la historia de la ciudad y su nombre en español pero, a juzgar por lo que vimos, tuvo gran importancia en el siglo XVI-XVII cuando figuró como capital de Holanda. La ciudad se embelleció en manos de Margarita de Austria, y luego con Margarita de York.


Hoy en día requiere una enorme cantidad de dinero para conservarse pero aún así las casas, calles y plazas son bellísimas. La casa con las hermosas filigranas es la casa de estado o regencia; la torre es bellisima y dentro de la catedral hay una colección de 25 cuadros del siglo XVI alegóricos a la vida de San Romualdo que son fascinantes.

Roermond, Holanda
Julio de 2008

Nota de la Redacción: Malinas (en neerlandés Mechelen, en francés Malines) es una ciudad del distrito del mismo nombre de la provincia de Amberes, en la región de Flandes (Bélgica). Tomado de Wikipedia





domingo, 15 de noviembre de 2009

"El odio retrocede cuando los hombres cantan": Liliana Bodoc


Hace poco estuvo en Colombia la escritora argentina Liliana Bodoc, como invitada al V Simposio Internacional de Literatura organizado por la Universidad Central de Bogotá, "Los viajes que Gulliver olvidó". Liliana Bodoc es autora de libros para jóvenes, entre ellos una obra maravillosa: La Saga de los Confines, una trilogía compuesta por Los días del Venado, Los días de la Sombra y los días del Fuego, y que recrea todo un mundo lleno de magia, de presagios no desentrañados a tiempo, de traiciones por ambición que abren heridas por donde se cuela el mal; de astrónomos guardianes de los conocimientos y de la sabiduría de los pueblos; de la  valentía sin límite de los guerreros del sur para rechazar a un invasor que viene de las Tierras Antiguas, con armas y animales desconocidos, y guiados por la Muerte puesta al servicio del Odio Eterno; y de los Brujos de la Tierra convocando a la Creación entera para luchar por la vida y por una esperanza de futuro. Personajes cautivadores  se quedan en nuestra memoria, mientras los vemos amar, morir, venerar a los ancestros, recordar las historias alrededor del fuego mientras afuera llueve, y defender  ése espacio que llaman las Tierras Fértiles, en donde reconocemos a nuestro continente.  Liliana Bodoc, con un lenguaje  poético que nos recuerda el de las grandes epopeyas, crea todo un mundo mágico en donde encontramos el rastro de las  viejas leyendas de los pueblos americanos que cuentan la comunión entre hombres, plantas, ríos, animales, viento, lluvia y mar, amparados por la madre tierra que nunca desampara a sus hijos, y que recibe su sangre cuando caen. Nos habla del dolor de los  inocentes que sucumben ante el mal sin terminar de comprender cómo o por qué. Y de una victoria final  que es transitoria, nosotros lo sabemos, y los personajes también, pero cuyo gran consuelo es el triunfo de la vida y las canciones, porque "el Odio retrocede cuando los hombres cantan".

jueves, 12 de noviembre de 2009

"Aquellos que no recuerdan su historia, están condenados a repetirla"

Siempre es bueno recordar la historia para evitar, como en la frase de Jorge de Santayana  (Madrid 1863 - Roma 1952, filósofo y ensayista), quedar condenados a repetirla.  Pretendo en este espacio hacer un breve recuento de una época  turbulenta de nuestra historia política (como casi todas, en realidad)  e invitarles a reflexionar en paralelo sobre los tiempos que corren.
En 1861, en medio de la quinta  guerra civil desde cuando nos independizamos, el  general Tomás Cipriano de Mosquera asumió la Presidencia transitoria del Estado. La guerra la había iniciado él mismo siendo Presidente del Estado del Cauca, buscando derrocar al gobierno conservador de Mariano Ospina Rodríguez, Presidente entonces de la Confederación Granadina.  En 1862 culminó la guerra con el triunfo de Mosquera y convocó a una Convención Nacional conformada sólo por liberales, en Rionegro, para que expidiese una nueva Constitución: la llamada Constitución de Rionegro. La Convención disminuyó el período presidencial a dos años, "para evitarse una larga presidencia de Mosquera, quien tarde o temprano tendría que ser elegido", según el historiador Jorge Orlando Melo. Efectivamente, fue elegido Presidente en 1863, con lo que, en la práctica, continuó ejerciendo el poder transitorio que ya había asumido, hasta 1864.
Al terminar este mandato, viajó a Francia como Embajador y, al regresar, fue elegido nuevamente Presidente por el Congreso, que era el órgano elector, en 1866. La Constitución  de 1863 decía que "El ciudadano que hubiere ejercido la Presidencia no podrá ser reelegido para el próximo período".

Es bueno recordar que el General Mosquera ya había sido Presidente del Estado de la Nueva Granada, entre 1845 y 1849.
Mosquera, según el historiador Melo, "era conocido por sus arrebatos y furias y por su tranquilidad para fusilar". Tenía tendencias dictatoriales, y en abril de 1867 clausuró el Congreso para evitar la oposición a las medidas que tomó, entre ellas, las relativas a los remates de los bienes de la Iglesia que, al parecer, beneficiaron a unos cuantos. En mayo del mismo año, fue derrocado por un Golpe de Estado, juzgado y desterrado por 3 años.
Regresó en 1871, y fue elegido Presidente del Estado del Cauca (otra vez), hasta 1873. En 1876 fue Senador por ese Estado, y se retiró a su hacienda, en donde murió a los 80 años de edad. Hizo cosas buenas, indudablemente, buscando el progreso económico del país; otras no lo fueron tanto, otras fueron sencillamente arbitrarias. Como todos los gobernantes.


martes, 10 de noviembre de 2009

Dos poemas de "Crónicas del Desamparo"


16
Imagino que Dios está sentado
allá en su reino luminoso
hojeando un catálogo del mundo
en el cual no figuramos.

O ya pasó la página
y entramos en su olvido.


18

Llueve una lluvia helada.
Pienso en esos pájaros marinos
que en un crepúsculo violeta
gritaban las claves secretas
del regreso.


Le pregunto a la lluvia
si son posibles los regresos
a alguna parte antes del dolor
o si es solo un don de los pájaros
inocentes.


Silvia Reyes Cepeda


Del libro "Crónicas del Desamparo"

El Papel de la Memoria

En Berlín, el recuerdo de la guerra permanece: en los restos del muro, abierto hace veinte años; en el ahora sitio turístico "Check Point Charly"; en las huellas de la metralla en las altas columnas de los edificios neoclásicos, que se observan a simple vista a pesar de haber sido restauradas; en aquellas paredes que nunca se repararon; en las ruinas de la Iglesia del Káiser Guillermo, hoy denominada "Iglesia del Recuerdo", y que se dejó así como un recordatorio permanente para la gente sobre los desastres de la Segunda Guerra Mundial en donde murieron más de cincuenta millones de personas. ¡Para que  nunca olviden! Para que los países lo piensen bien antes de iniciar un conflicto bélico. 

Durante la guerra, países como Colombia y Venezuela rompieron relaciones con las naciones del Eje; Colombia llegó incluso a declarar la guerra a Alemania; Venezuela hizo acuerdos con los Estados Unidos para venderles petróleo, y a pesar de que muchos de sus buques fueron atacados en el Caribe por las "manadas de lobos" alemanas, no le fue tan mal.

En junio de 1945, concluida la guerra, se firmó la Carta de las Naciones Unidas, y en su Preámbulo se dijo que los pueblos de las naciones unidas estaban resueltos "a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles", y "a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos".

Después de todo eso, ¿es posible que un mandatario serio, de cualquier país, amenace a otro con iniciar una guerra? ¿Es tan frágil la memoria que ya olvidó los estragos que las pasiones de los caudillos pueden causar en sus pueblos? La historia y las decisiones de las naciones frente a las consecuencias de tales actos, deben estudiarse, repasarse, para que no vuelvan a ocurrir hechos que lamentar. Para que nuestras generaciones no vivan con la culpa de haber causado daños innecesarios a otros seres humanos.



domingo, 8 de noviembre de 2009

Educación, educación, educación

En su columna  de El Tiempo de hoy domingo 8 de noviembre de 2009, Daniel Samper Pizano sostiene que "sin restablecer la importancia de los valores cívicos y humanos será imposible salir del atolladero, y no existe mejor manera de conseguir esta meta que la educación. Pero no hay educación sin educadores educados [...]". Estas afirmaciones son ciertas.  Francis Fukuyama, en su libro La Gran Ruptura, sostiene que "los valores morales y sociales no son, simplemente, limitaciones arbitrarias a la elección individual, sino la condición previa fundamental para cualquier tipo de emprendimiento corporativo"; las verdaderas comunidades, dice, "están unidas por valores, normas y experiencias compartidas por todos sus integrantes. Cuanto más profundos sean estos valores y más firmemente se los sustente, tanto más intenso será el concepto de comunidad".
En una sociedad sin ese lazo que forman los valores morales y sociales, no puede consolidarse una comunidad; y si prima el individualismo, si la regla imperante es primero yo y último yo, al lado de la ley del más vivo, no tenemos materia prima para tejer una red sólida que nos cohesione como nación.
Para aprender a consolidarnos como comunidad, es imprescindible educar; sólo un individuo educado, instruido, puede conocer cuáles son sus derechos y cómo aplicarlos, y cómo exigirlos sin pisotear el derecho de los demás, y cuáles sus deberes sociales, aquellos que si no cumple, rompen la red que soporta a la sociedad. Y esta educación debe partir del hogar, porque el niño aprende en primer lugar por imitación; un padre irrespetuoso y violento, cría hijos irrespetuosos y violentos. Y debe continuar en la escuela, en donde además de las letras y los números, la geografía y la gramática, debe educarse en los valores básicos: reconocimiento del otro, respeto al otro, solidaridad verdadera, que no pura caridad, y tolerancia, entre otros. De ahí que se exija educación, pública y privada, con calidad, y la calidad requiere de maestros educados, capacitados, remunerados dignamente, como señala Samper Pizano, y respaldados por el Estado y por la sociedad entera para que en su labor pueda brindar esperanzas de un mundo mejor y enseñe a los estudiantes a soñar con las cosas posibles que la educación puede traer a su alcance.

Un libro


EL LECTOR
Bernhard Schlink
Editorial Anagrama, Colección Compactos, 18ª edición, 2009


Esta no es una historia de amor entre un adolescente y una mujer mayor. No. Es una historia sobre la culpa, sobre la dualidad entre culpa y comprensión, sobre lo difícil, y a veces imposible, que resulta perdonar. Michael Berg narra la historia desde su madurez, después de muchos años de darle vueltas y cuando “ha vuelto por sí misma con todo detalle, y tan redonda, cerrada y compuesta”, que ya no le entristece.

Una tarde de otoño, viniendo de la escuela, Michael se siente enfermo y se refugia en el portal de un edificio en donde le auxilia una brusca mujer, que cuando él se echa a llorar, lo abraza consoladora diciéndole “chiquillo”. Cuando se recupera, su madre insiste en que vaya a darle las gracias a la mujer; él va llevando un ramo de flores, y de esa visita sólo recuerda el momento cuando ella comenzó a vestirse para acompañarlo, sus posturas y movimientos mientras se ponía las medias veladas apoyando un pie en una silla. La visión de la mujer vistiéndose era “una invitación a olvidar el mundo dentro del cuerpo”, y así, regresa una y otra vez, aprende los secretos del placer, y empieza a amarla como sólo se puede amar a los quince años. El ritual de sus encuentros era “lectura, ducha, amor y luego holgazanear un poco en la cama”.

Ella desaparece un día sin dejar rastro, y al cabo de varios años la encuentra, pero en el estrado de los acusados por crímenes de guerra. Surge la duda, la división del alma; El “quería comprender y al mismo tiempo condenar”.

Schlink, con un lenguaje poético que logra transmitirnos un sordo y callado dolor, nos va llevando por ese sentimiento angustioso que acosó y tal vez, acosa, a la generación alemana de la posguerra, y que se puede resumir en una pregunta: ¿El amor a los padres implica irremediablemente la complicidad con sus culpas?
Amor y condena, amor y culpa por amar, y culpa por no amar lo suficiente. Y las imágenes del pasado que se difuminan, y vuelven cualquier día desde el fondo de la memoria, con su carga intacta de vergüenza y de dolor.