martes, 17 de mayo de 2011

1492, un año mágico


1492 EL NACIMIENTO DE LA MODERNIDAD
Felipe Fernández-Armesto
Editorial Random House Mondadori
2010.


En  el siglo XVI el mundo comenzó a moverse, a conocerse y a crecer cambiando sus imaginarios por realidades tangibles. Solemos asociar el año de 1492 únicamente con el descubrimiento de América por Colón, sin tener en cuenta otros hechos igualmente importantes que sucedieron en todo el mundo: La caída de Granada y la expulsión de los moros de España; los viajes de la flota imperial china buscando países tributarios y el intempestivo cierre de sus fronteras; el descubrimiento de las minas de oro de Tombuctú; los viajes al Africa de Portugal; el crecimiento del Islam; la muerte de Lorenzo el Magnífico, en Florencia; la consolidación rusa bajo Iván el Terrible; la afirmación del imperio Inca. Los viajeros y exploradores supieron cómo funcionaban los vientos y las corrientes marítimas y cómo navegar con la seguridad de poder volver a casa y, con este conocimiento, Europa entró a la historia, desplazando a Oriente.
Todos estos datos nos los conecta este maravilloso historiador británico-español y aviva nuestra imaginación. Como le dijo a El Tiempo en una entrevista concedida durante el último Hay Festival en Cartagena, "Para innovar en todos los campos, incluido el artístico y no solo en la ciencia, hay que tener un exceso de imaginación. Para ir más allá de los límites alcanzados. Allí están la locura y el delirio de los "Conquistadores del Horizonte". La exploración es el intento de realizar en el mundo los actos de la imaginación. Explorar quiere decir arriesgarse la vida, experimentar entornos físicos desconocidos en diferentes continentes y pasando por los antepasados. Son actuaciones peligrosísimas y, en la mayoría de los casos. destinadas al fracaso. Personajes que cambiaron el mundo, como Colón o Hernán Cortés, fueron imposibles de contentar. Estuvieron siempre dispuestos a la locura."
Es un libro de historia que se lee como una novela de aventuras, porque eso es lo que nos cuenta, la aventura de la humanidad en un espacio de tiempo en el cual conoció a los otros. Dice Fernández-Armesto que escribe para lectores y no para colegas, y que "la diferencia entre un buen libro de historia con uno que no lo es radica en querer habitar el pasado y experimentar sentimientos de aquel entonces." (1)
Felipe Fernández-Armesto (Londres, 1950), es profesor de historia en la Universidad de Notre Dame de Londres desde 2009 y, entre otras,  es doctor honorario de la Universidad de los Andes y Premio Nacional a la Investigación, de la Sociedad Geográfica Española. Enseña historia española, medieval y principios de las colonias, con especial atención a la cartografía, temas marítimos e intercambios culturales.(2) Indudablemente, vale la pena leerlo.

(1) Ver entrevista completa en  http://m.eltiempo.com/entretenimiento/libros/dedico-mi-vida-a-conversar-con-personas-muertas-felipe-fernndez/8806188. Fotografía del autor tomada de esta entrevista.
(2) Remito a http://history.nd.edu/people/Fernandez-Armesto.shtml para ahondar en su biografía y en sus obras)

domingo, 1 de mayo de 2011

La magia de los secretos


EL SECRETO DEL MAPA
Heather B. Terrell
Editorial El Ateneo -Buenos Aires, 2009

En este libro encontramos  un cartógrafo chino que en 1420 viaja con la flota del tesoro imperial del almirante Zheng He;  un portugués aventurero que en 1496 viaja con Vasco Da Gama hasta la India;  una abogada neoyorkina  que rescata antiguedades robadas; y un hermoso mapa pintado en seda, que ha sido robado de una excavación arqueológica.
Con estos elementos, y a ritmo de thriller, nos sumergimos en una aventura por la historia de los primeros mapas del mundo; por el misterio de aquellos que contienen tierras que aún no habían sido descubiertas por los occidentales; por los vericuetos del ámbito de los ladrones de arte, de los custodios de secretos antiguos; por la magia de ciudades como Lisboa, junto al plácido río Tajo.
La autora del libro, de la cual sólo sabemos que es una abogada norteamericana nacida en la zona de Pittsburg en los años 60, confiesa que le intriga la idea "de que un objeto -ya sea una obra de arte o un artefacto, real o imaginario- puede contar una historia. Y que esa historia puede responder a un misterio histórico monumental, y divulgar algo secreto sobre el creador y los poseedores del objeto".
El libro se lee rápido y con placer; es entretenido, pero al tiempo logra transportarnos a esa época cuando comenzaron los descubrimientos de nuevas tierras que fueron ampliando el mundo conocido hasta entonces: 1420, época mágica que vale la pena repasar.