lunes, 23 de febrero de 2015

Poesía de un solo aliento

Loco por el haiku
David G. Lanoue
Editorial Funambulista
España, 2011


"Detenerse, mirar y escuchar", capturar el momento. Haikú es la poesía escrita con "un solo aliento", compuesta tradicionalmente por tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, cuyo origen se remonta varios siglos atrás, a la antigua poesía china y japonesa.(1) 

Deba (Dientes Salientes, en español) es un poeta de aldea que entra a ser discípulo del gran maestro del haiku, Taza de Té. Con sus amigos Kuro, Mido y Shiro, viajarán por el antiguo Japón escribiendo versos: para Kuro, "todo pasa y más aprisa de lo que pensamos"; para Mido, es gozo y fiesta,"hay que aprovechar el momento", y para Shiro, es silencio, al punto que sus poemas son espacios en blanco. 

En paralelo, el narrador tiene un club de escritores en Nueva Orleans, junto con tres amigos, Chez, Micky y Melanie, cada uno con una concepción distinta de la literatura, y a quienes les va leyendo su obra, basada en el diario de Dientes Salientes, e inspirada por el Buda, de quien somos un sueño, afirma. Como éstos no comprenden de qué va el tema, el narrador los transporta a Edo para que conozcan el mundo de Taza de Té, de Dientes Salientes y sus amigos, y Dientes Salientes, en algún capítulo, visitará Nueva Orleans, pues se ha enamorado de Melanie.

El autor de este libro, David G. Lanoue (Omaha, Nebraska. 1954), lo cataloga como "la primera y verdadera novela-haiku de la historia", tal vez porque los personajes viven por y para el haiku. "Haiku es la vida, la vida es haiku", dice. Con ironía y algo de humor americano, trata de des-solemnizar la poesía, el haiku en particular, de manera que realmente todo, cualquier cosa, pueda convertirse en poesía. 

La estructura del libro es diversa, incluye fragmentos del diario de Dientes Salientes, de la poesía que se les va ocurriendo en el camino a los viajeros, capítulos en el Japón medieval y capítulos en Nueva Orleans, pero la transposición de los personajes a un tiempo y otro no pasa de ser sino  un experimento del autor, en mi opinión, poco afortunado.

No obstante, entre la loca aventura de sus personajes por la poesía, Lanoue va dejando caer los secretos de la escritura de haiku, empezando con la necesidad de observar, de escuchar. "El haiku" -dice- "es como un golpe de karate, como la estocada sin piedad de la espada de un samurai. No puede haber indecisiones, dudas, ni "correcciones". Lo que los expertos llaman "revisiones" son, en realidad, nuevos poemas".

Y reitera: "Un haiku es un Picasso hecho en un garabateo de diez segundos. No hay tiempo para planear, ni lugar para arrepentimientos, ni segundas oportunidades. ¡Sólo hágalo!", porque "[...]si usted permite a la delirantemente controladora parte analítica de su mente apresar el momento, especialmente un  momento haiku: ¡cuidado! Esos momentos, como temblorosas gacelas cuando la leona está cerca, mueren rápidamente".

Aconseja: "Deje que  todas las imágenes que surgen en su mente florezcan", manteniendo amarrada a la leona del intelecto. "Juegue con los símbolos, pero no se aferre a ellos. Recójalos, uno a uno, como guijarros en un arroyo; examine uno, devuélvalo al agua, recoja otro". El momento cambia, los significados también. Invita a experimentar. "El haiku permanece vivo, generosamente produciendo significados sólo porque respetamos las profundidades del instante".

Finalmente, dice Lanoue, en relación con la estructura del poema,  que "el espíritu del haiku es la esencia de todo, no tal o cual número de sonidos", y que debe tenerse en cuenta que algunas palabras japonesas pueden tener menos sílabas que las españolas, con lo cual nos libera del esquema del conteo de sílabas. "Hay un mundo flotando afuera de estas paredes agrietadas del apartamento. Un luminoso día de septiembre hecho justo a la medida para componer haikus. Mejor salir afuera y garabatear". Y sí, es lo mejor, escribir sobre ese instante fugaz y sutil antes de que se esfume en el aire.

David Lanoue tiene un Ph.D en literatura medieval de la Universidad de Nebraska; es profesor de literatura e inglés en la Xavier University of Louisiana, y traductor de japonés, sobre todo de la poesía de Kobayashi Issa (1763-1827), considerado como uno de los cuatro grandes maestros del haiku (2). En 1991 publicó un libro de traducciones de sus poemas: Issa- Cup-of-Tea poems; en el 2000 inició un sitio web en donde va incluyendo poemas de Issa(3);  su segunda novela-haiku es El Buda Riente, y la tercera es Guerras de Haiku. Si bien no me convence como novelista, sí como experto en haiku; Lanoue respira y vive haiku, y eso es maravilloso.

Un ejemplo de la irreverencia de Lanoue es la traducción de un haiku del maestro Taza de Té:
por el pedo de un caballo
propulsada
¡la luciérnaga!


Notas:
(1) Leer más en www.elrincondelhaiku.org)
(2) tallerdeescritores.com
(3) Ver: www.haikuguy.com