martes, 21 de julio de 2020

Las dudas de la fe

THEODORE
Las memorias heréticas de un sacerdote homosexual
Christopher Harris
Ediciones Jaguar


Theodore nació en Tarso en el año 602.  Cuando era niño, fue entregado a un monasterio para ser educado, como todos los hijos de aquellos que habían sido asesinados por "herejes" al seguir las ideas de los "dualistas" que negaban la naturaleza material del Salvador. En el monasterio le inculcaron la teoría ortodoxa de la Iglesia, que preconizaba  que Cristo era dios y hombre, "cada uno perfecto y separado del otro, ambos místicamente fundidos, igual que cuerpo y alma están unidos en el hombre". Los maestros no aceptaban cuestionamientos, pues había misterios que simplemente tenían que aceptar.
A los dieciseis años, el abad del monasterio consideró concluida su educación y le instó a irse a continuar estudios a Atenas, a donde nunca llegó. En el camino conoce a Nicolás, quien lo convence de ir a una comunidad ascética en Capadocia. Sigue a Nicolás dejándose "engañar por el deseo", y la abandonará cuando éste lo rechace. Lo que para Theodore era natural, para Nicolás era una abominación. 
Monasterio en Capadocia
Continúa, entonces, su deambular buscando conocimientos y respuestas. Conocerá a Basilio, un sabio retirado que le enseñará rudimentos de medicina y filosofía; seguirá al ejército del emperador bizantino Heraclio en su persecución de los persas; irá a Antioquía, a Constantinopla, será monje en un monasterio italiano asolado por los lombardos, y terminará en Roma. 
Hará amistad con Adriano, un monje africano y compartirá con él los placeres sensuales y los intelectuales. Este será, tal vez, el único amigo que tuvo.
El papa Vitaliano lo nombrará Arzobispo de Canterbury, para recuperar Inglaterra del paganismo creciente y que la iglesia inglesa retome la ortodoxia de Roma; Adriano le acompañará hasta su muerte, pese a que la amistad ha cambiado con el paso del tiempo.
Catedral de Canterbury
En fin, es un libro que describe la Edad Media del siglo VII, con todas las disputas teológicas entre los ortodoxos y todos los demás que la Iglesia romana consideraba herejes: arrianistas, nestorianos, dualistas, monofisitas, cada uno con su interpretación de la naturaleza de Cristo; y también con todas las luchas de poder entre gobernantes, monjes, invasores bárbaros; es una descripción muy completa del mundo medieval, aunque algo sombría. 
Desde ese punto de vista es interesante la obra, pero como novela es "plana", no tiene drama, ni puntos de suspenso. El protagonista es un hombre melancólico y solitario que le da vueltas  a su naturaleza sexual buscando comprenderla; también es un erudito, una persona que ama el conocimiento, el mismo que muchas veces le hace dudar de la misma ortodoxia que está obligado a seguir.
Dos temas me llamaron la atención: un encuentro entre Theodore y un magus persa, quien le dijo que el cristianismo no era producto de la revelación divina, sino un "desarrollo histórico de otras religiones" que en un principio fueron politeístas; el cristianismo reformó el paganismo griego y romano, un dios fue subordinando a los otros; igual ocurrió con los persas, hasta llegar a Zaratustra. La conversación con el magus  le hizo dudar "de la inevitabilidad y la veracidad de la cristiandad y dejó abierta la posibilidad de que los heréticos pudieran tener tanta razón como los ortodoxos".
San Teodoro de Canterbury
https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
El otro tema a destacar, por los tiempos que nos corren, es el de una peste que asoló Roma en el año 667. Leyó todo lo que se había dicho de estas plagas y no supo encontrar una causa. Terminó por recomedar lo que había escrito Procopio durante el reinado de Justiniano en Constantinopla: un sistema de cuarentena, aislando la ciudad a la fuerza y preparando "edificios aislados para albergar a los ciudadaos o visitantes que ya estaban infectados". Vivió, entonces, los meses más tristes que hubiera conocido; las muertes continuaron y los alimentos comenzaron a escasear; la gente, en un principio, trató de mantenerse aislada en sus casas, pero luego el hambre los obligó a salir, y "como suele suceder en situaciones adversas, se intentó culpar del problema a la gente de fuera"; hubo asesinatos y disturbios, y al final la peste remitió. "El sistema de cuarentena, aunque no logró resultados milagrosos, sí tuvo éxito y en agosto se declaró que la  epidemia había remitido".
Luego salió para Inglaterra, en donde murió en el año 690; reformó la iglesia de Inglaterra y fundó con Adriano una escuela en Canterbury.
christopher-harris.co.uk
Chistopher Harris (Londres, 1951) estudió arte y biología, y se dedicó a la enseñanza de ciencias durante varios años, labor que interrumpió para viajar por Italia, Grecia y Turquía investigando sobre el imperio bizantino.  Ha escrito, además de Theodore, las novelas Falso Embajador, Memorias de un Eunuco Bizantino, y Mappamundi entre otras obras.