jueves, 3 de febrero de 2011

Cuando la realidad supera a la ficción

EL CEMENTERIO DE PRAGA
Umberto Eco
Ediciones Lumen, Barcelona, 2010
Por: Martha Cecilia Alonso Osorio

Este libro es un gran sarcasmo, una burla de 500 páginas, muy bien contada.
Al final, el lector puede reírse de sí mismo, de lo "naif" que puede llegar a ser un ciudadano por considerarse muy bien informado y creerse todo lo que oye solo porque lo dicen los medios, o un gran escritor.
Tal vez le hace un guiño a Jorge Luis Borges en su "Historia Universal de la Infamia".
Eco juega con el tiempo, tiende trampas, adelanta y retrocede, nos intenta cansar haciéndonos creer que la novela está mal estructurada; nos muestra un personaje protagónico detestable, sin escrúpulos y con serios problemas de memoria, pero nos atrapa porque somos vanidosos, nadie nos va a meter el dedo en la boca en asuntos de ficción política o novelas policíacas y ya nada puede sorprendernos. Pero nos sorprende cuando al final nos dice que todo es verdad, y que el único personaje que no es real es Simón Simonini.
Lo increíble, como decía Cortazar es que la realidad siempre supera a la ficción, y lo más triste es que los protagonistas de la "vida real" no son tan feos ni tan odiosos ni tan llenos de maldad como Simón Simonini, sino que se parecen más a nosotros, le gente normal.