domingo, 1 de enero de 2017

Los hilos de la memoria

LÉXICO FAMILIAR
Natalia Ginzburg
Editorial Lumen

Todas las familias tienen un léxico particular, unas frases repetidas a lo largo de los años, anécdotas contadas una y otra vez; un léxico común "que une a la tribu y aleja a los indeseados". Los miembros de la familia podrán dejarse de ver muchos años, pero bastará que alguno "diga una palabra, una frase, una de aquellas antiguas frases que hemos oído y repetido infinidad de veces en nuestra infancia... para volver a recuperar de pronto nuestra antigua relación y nuestra infancia y juventud, unidas indisolublemente a aquellas frases, a aquellas palabras".

Esas frases, dice la narradora, "son nuestro latín, el vocabulario de nuestros días pasados, son como jeroglíficos de los egipcios o de los asirio-babilónicos: el testimonio de un núcleo vital que ya no existe, pero que sobrevive en sus textos, salvados de la furia de las aguas, de la corrosión del tiempo".

Natalia Ginzburg (Palermo, 1916 - Roma, 1991) narra la historia de su familia a través de esas frases reiteradas e identificadoras; una familia con un padre científico y malhumorado, drástico, dominante y preocupado por sus hijos; una madre amante de Proust y de la poesía, a quien "le alegraba contar historias, porque amaba el placer de narrar"; cinco hermanos, y todos los antepasados que revivían al mencionar su frase particular. En la Italia fascista, esta familia es socialista y antifascista;  le gustan las historias y la política; amparará perseguidos y serán perseguidos y amparados por los amigos; el primer esposo de Natalia fundará con Giulio Einaudi la editorial Einaudi, en donde ella trabajará  años después, y de donde era asiduo el poeta Cesare Pavese.
Natalia y Leone Ginzberg (tomada de
es.wikipedia.org)

Familia y amigos, unidos por recuerdos comunes. Natalia recoge el hilo de la memoria y lo ovilla con .palabras pues su oficio, dice, "es escribir historias, cosas inventadas o cosas que recuerdo de mi vida, pero, en cualquier caso, historias, cosas es las que no tiene nada que ver la cultura, sino solo la memoria y la fantasía". (En http://www.filosofiayletras.com/la-vocacion-de-natalia-ginzburg/).

Al leer esta obra, Léxico familiar, ganadora del premio Strega, inevitablemente recuerda uno su propia familia, sus propias historias, las frases que se decían una y otra vez, las anécdotas  repetidas en cada celebración familiar; recuerda uno a sus propios abuelos y bisabuelos, conocidos solamente a través de las historias contadas, y la propia infancia, conocida gracias a los recuerdos de los demás. 

Vuelve ese saudade por los tiempos ya idos, pero que se mantienen vivos en las palabras, los gestos y los recuerdos de nuestra propia tribu familiar.Y renace, también, esa vieja confusión entre recuerdos y sueños; y los recuerdos inventados, esos  que, al contarlos, siempre provocan la misma respuesta: -Eso nunca pasó-.




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