sábado, 13 de junio de 2015

El amor por aprender

EL ARQUITECTO DEL UNIVERSO
Elif Shafak
Editorial Lumen
2015



Este libro está dedicado por la autora a todos los aprendices del mundo. En la hermosa introducción que el narrador protagonista escribió en Agra, India, en 1632 dice lo siguiente:

“De todos los seres humanos que Dios creó y que Shaitan pervirtió, solo unos pocos descubrieron el centro del universo, donde no existen ni el bien ni el mal, ni el pasado ni el futuro, ni «yo» ni «tú», ni la guerra ni motivos para una guerra, solo un infinito mar de calma. Tan grande era la belleza de lo que allí encontraron que perdieron el habla.

Los ángeles, compadeciéndose de ellos, les dieron dos opciones. Si deseaban recuperar la voz, tendrían que olvidar todo cuanto habían contemplado, pero en su corazón persistiría una profunda sensación de ausencia. Por el contrario, si optaban por recordar la belleza, tendrían la mente tan confusa que no serían capaces de distinguir la realidad del espejismo. Así, los pocos que dieran tumbos en ese secreto lugar que no aparecía cartografiado en ningún mapa volverían con un anhelo de algo, no sabrían con exactitud de qué, o bien con un sinfín de interrogantes. A quienes hubieran optado por la sensación de plenitud se los conocería como «los que aman», y a quienes aspiraran a adquirir conocimientos, como «los que aprenden».”

La historia está narrada desde la óptica de  Jahan, uno de los aprendices de Sinan, el arquitecto del imperio otomano desde los tiempos de Süleyman I, Solimán el Magnífico, conocido en su Imperio como El Legislador, y quien gobernó entre 1520 y 1566. Comienza en 1574, el día cuando Murad III asciende al trono al morir su padre, Selim II, nieto de Süleyman y de su  esposa Hürrem (Roxelana) Siguiendo la tradición, esa noche son asesinados los hermanos del nuevo sultán, quien le encarga a Sinan un mausoleo para su padre y para sus hermanos, que se construiría junto a Santa Sofía.
Sinan, tomada de
www.greatsinan.com


Luego, la narración se devuelve casi treinta años atrás, a la época en que Jahan, llegado a Estambul como adiestrador de un elefante blanco, regalo de un sha del Indostán para el sultán Süleyman, conoce a Sinan, entonces un carpintero y miembro del cuerpo de jenízaros, y le ayudará a construir un puente para que pase el ejército en una de las guerras en los Balcanes. Sus aptitudes para el dibujo le darán un cupo entre los aprendices de Sinan cuando éste es nombrado arquitecto imperial.

El libro muestra cómo era el mundo en esta época del Imperio Otomano, la vida en el palacio de Topkapı, el misterio del harem, la sumisión absoluta a los caprichos de sultanes y nobles turcos, el abismo infranqueable entre éstos y sus súbditos, los excluidos por la sociedad, los odios raciales, el miedo constante,  las insidias, el abuso de poder. “Los que se rodean de personas serviles que alaban todo cuanto hacen no perdonan al hombre honrado que les dice la verdad”, le dice Sinan a su aprendiz.
Mezquita de Süleyman, tomada de
https://en.wikipedia.org/wiki/Süleymaniye_Mosque
El protagonista de la  narración es Jahan, el aprendiz favorito de Sinan, y a través de su historia de abandono y soledad, de su imposible amor por Mihrimah, la hija favorita del sultán Süleyman, y de su apego a Shota el elefante blanco, se va conociendo la del arquitecto  Sinan. Realmente, el tema del libro es el aprendizaje a través de la vida, el amor por aprender, que es lo que caracteriza al personaje de Jahan: aprender de su maestro a construir, a amar lo construido, y a desprenderse de las cosas dejando para la posteridad esos poemas labrados en piedra que siguen transmitiendo la imagen de belleza y de arte que los originaron. 

El título original del libro es  The architect's apprentice, el cual sí coincide con el  contenido del libro, mientras que el título en español no, pues nos hace esperar que se hablará más de Sinán, y éste resulta ser un personaje secundario, si bien a su alrededor se desarrolla la historia de Jahan. 

Sobre el gran arquitecto imperial Sinán se sabe que construyó maravillosas obras en Estambul y en otras ciudades del Imperio: la mezquita  de Şehzade, en honor del hijo favorito del sultán, fallecido a temprana edad;  la que ordenó levantar la princesa Mihrimah;  la mezquita Selimiye, en Edirne (antigua Adrianópolis), para el sultán Selim II; el puente de Mehmed Paša Sokolović en Višegrad,Bosnia; en fin, se le atribuyen más de trescientas edificaciones entre mezquitas, mausoleos, escuelas, hospitales, caravasares, baños públicos, puentes y otras más. 

Interior de Mihrimah Camii,
en Estambul, foto de Silvia Reyes

Las levantadas en Estambul son todavía utilizadas, visitadas y admiradas y forman parte inescindible del paisaje de la ciudad, siendo Süleymaniye una de sus obras maestras.

Para su construcción, nos cuenta el libro que “todos los materiales fueron escogidos con cuidado. El plomo y el hierro llegaron de Serbia y Bosnia, y la madera de Varna. El mármol provenía de las tierras árabes, así como del lugar donde en otro tiempo se había erigido el palacio del rey Salomón, en cuyas pulidas superficies todavía se reflejaba la belleza de la reina de Saba. Una columna gigante procedía de Baalbek, la Ciudad del Sol. Del hipódromo retiraron diecisiete columnas, lo que enfureció al fantasma irascible de la emperatriz Teodora.”  Sinan consideraba que la arquitectura era una conversación con Dios, y "en ningún lugar habla más fuerte que en el centro"; imaginaba que debajo de los cimientos de cada obra estaba el centro del universo, y eso le hacía trabajar con más cuidado y cariño.

Tomada de Elif Shafak
official web site

La autora, Elif Shafak nació en Estrasburgo (Francia) en 1971, de padres turcos.  Actualmente vive con su familia entre Estambul y Londres, colabora con distintos periódicos turcos, ingleses y estadunidenses y es un miembro muy activo del London Speaker Bureau. Alterna en su escritura el inglés y el turco. (www.escritores.org)
Ha publicado varios libros y ha recibido numerosos premios y elogios de los críticos, quienes la consideran como una de las voces más destacadas en la Turquía contemporánea. En español se encuentra su novela "La bastarda de Estambul", libro por el cual ha sido acusada de "insultar al pueblo turco" dadas sus alusiones al genocidio armenio; los casos han sido desestimados por falta de pruebas hasta ahora (http://es.wikipedia.org/wiki/Elif_Shafak).

"Yo amo Estambul profundamente, pero me duele qué poco respeto tenemos al pasado", dice Elif Shafak (http://www.efe.com/efe/noticias/espana/cultura/escritora-elif-shafak-denuncia-amnesia-colectiva-sociedad-turca/1/7/2588903), y El Arquitecto del Universo trasluce ese amor por la ciudad y su historia, por querer rescatar del olvido a personajes sin los cuales Estambul no sería lo que es hoy, llenando los huecos de la Historia con imaginación.