jueves, 11 de abril de 2013

Enseñar para ampliar el mundo



EL MAESTRO DE ALEJANDRO   
Annabel Lyon
Rocaeditorial, Barcelona

Título original: The Golden Mean

Aristóteles, su esposa Pitia, su sobrino Calístenes, esclavos y servidumbre, llegan a Pella, la capital de Macedonia, en donde gobierna Filipo. Van por pocos días, a cumplir una embajada de Hermias, pero Filipo le pedirá a Aristóteles que sea el tutor de su hijo de trece años, Alejandro. El filósofo acepta, pues en su trabajo "hay que ir donde están las mejores mentes, si quieres dejar tu huella".


El chico se convierte en su "primer proyecto humano"; a cambio, tiene la promesa de Filipo de influir en la elección de Aristóteles para dirigir la Academia de Atenas, en donde fue alumno de Platón hasta su muerte. Le enseña filosofía, política, ética, metafísica. Quiere que aprenda que la diferencia entre hombre y animal "es que el hombre distingue lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto. Ningún otro animal hace algo semejante. Ésa es la base de un estado, igual que es la base de una casa.” Que "la ética es una ciencia, aunque carezca de la precisión de una ciencia como la geometría; que, como aprendimos por nuestro estudio de la metafísica, todo apunta a algún objetivo o a algún bien; que tales objetivos existen en una jerarquía que conduce al fin humano primordial, la felicidad. ¿Y qué es la felicidad? El placer es superficial, la virtud es compatible con la infelicidad, la gran riqueza es simplemente un medio para un fin posterior, en lugar de un fin en sí misma, la «bondad» es una abstracción, un concepto vacío. La felicidad es una actividad del alma conforme a la virtud, donde un acto virtuoso requiere tanto el acto como el motivo.”

Le insiste en que debe buscar "el punto medio entre los extremos, el punto de equilibrio. El punto difiere de hombre a hombre. No existe una norma universal de la virtud para cubrir todas las situaciones en todo momento. Hay que tener en cuenta el contexto, la especificidad, lo que es mejor en un lugar y un tiempo particular”.
 
En una entrevista, la autora dice: "Llegué a entender al personaje de Aristóteles precisamente a través de la lectura de su Ética. La idea del justo medio, que para él era importantísima, la forma ideal de comportamiento humano es el medio entre los extremos."  De ahí el nombre del libro en inglés, que significa "El justo medio". 
 
Annabel Lyon  recrea en esta obra la vida de Aristóteles, su infancia de niño solitario en Estagira  acompañando al padre en sus labores de médico, la época de estudios en la Academia de Platón, su insaciable curiosidad por el mundo, "observando, analizando y clasificando compulsivamente" hasta llegar al punto en que nadie quería hablar con él por las preguntas que hacía.  


Annabel Lyon

Nos muestra a un Aristóteles terrenal, humano, con deseos, con una melancolía persistente, con afanes humanos. Desciende al gran filósofo del pedestal en que se encuentra en la historia y en la filosofía. Este Aristóteles ama, bebe, y observa el mundo intensamente, queriendo aprehenderlo todo, entenderlo todo, escribirlo todo. Es un Aristóteles algo triste, sensible, llora por cualquier cosa, considera que eso es una enfermedad que no tiene nombre conocido, ni diagnóstico, ni tratamiento mencionado en los libros de su padre. "Metáfora: me afligen los colores, gris, rojo intenso, negro intenso, oro. No siempre veo cómo seguir adelante, cómo vivir con una dolencia que no puedo explicar y que no sé curar", dice Aristóteles.

Alejandro, por su parte, es un joven engreído, vanidoso, a veces violento, que está siendo entrenado para la guerra, que dice que irá a Oriente, al Nilo, que conquistará esos territorios  vistiéndose como ellos, para que bajen la guardia ante él. Y, al tiempo, es curioso, encantador,  tenaz, inteligente y muy disciplinado. En esta época no sabe aún para qué le servirán las lecciones de Aristóteles. "Para que pienses de manera diferente a los demás", le contesta Aristóteles. "Para ampliar tu mundo. No este mundo —levanto la mano para señalar los establos, el palacio, Pella, Macedonia—, sino el mundo que hay aquí. —Me doy un golpecito en la sien.” A Pitia, en cambio, le parece un chico triste y solitario.
 
La obra, escrita en presente y en primera persona, nos sumerge en el mundo de Aristóteles y de Alejandro sin intermediarios. Estructurada con largos capítulos y frases concisas y breves, casi como las imágenes congeladas de los recuerdos, nos permite adentrarnos en la época y en la mente de estos dos hombres que la historia mantiene vigentes. Alejandro, para quien una buena vida significaba triunfar. Para Aristóteles, significaba florecer. "En la jerarquía de las excelencias, el intelecto está en la cúspide; por tanto, la mejor vida humana es la que se pasa en persecución de la excelencia intelectual". "En la filosofía", dice Alejandro, pues hay un mundo entero por conocer, "la mayor felicidad procede de aquellos capaces de las mejores cosas", como él, como su maestro, dice. Pero Aristóteles se entristece y abandona Pella soñando con los libros que escribirá. "Ya no hay más componendas, ni politiqueo, ni enseñar a niños. No más escarceos. Pronto estaré solo en una habitación tranquila donde, durante el resto de mi vida, podré flotar y alejarme del mundo cada vez más y más, mientras mi alumno, ampliando el final de cada mapa, cae cada vez más y más en el pozo de sí mismo".

Aristóteles enseñando a Alejandro

 
Diógenes Laercio en su Vida de los filósofos más ilustres, y cuenta que Aristóteles escribió más de cuatrocientos libros. De su paso por Pella recuerda que le pidió a Filipo que restaurase Estagira, la cual había arrasado con su ejército a pesar de pertenecer a Macedonia. "...y conseguido esto, le puso leyes", y que considerando que Alejandro estaba suficientemente instruido, regresó a Atenas. Entre las muchas ideas, apotegmas y frases de Aristóteles que recuerda, se encuentra ésta:  "Preguntándosele qué ganancia finalmente le había dado la filosofía, respondió: "Hacer espontáneamente lo que otros hacen por medio de las leyes"

El libro The Golden Mean, fue galardonado en 2009 con el Rogers Writer's Trust Fiction Price.
Annabel Lyon (Brampton, Ontario, Canadá, 1971) es licenciada en Filosofía y Escritura Creativa y ha sido nominada a premios como el Ehtel Wilson de novela corta por su obra The Best Thing For You. En agosto de 2012 anunció en su blog (annabellyon.blogspot) la publicación de la continuación de The Golden Mean, un libro titulado The Sweet Girl, sobre la hija de Aristóteles con su primera esposa, Pitia.

Vale la pena leer a esta autora, y releer El Maestro de Alejandro, despacio, muy despacio.


NOTAS:
Entrevista  a la autora en http://www.magazinedigital.com/reportajes/los_reportajes_de_la_semana/reportaje/cnt_id/574099

Cuadro de Alejandro y Aristóteles: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Aristotle_tutoring_Alexander_by_J_L_G_Ferris_1895.jpg

Otras fuentes: 
http://www.thecanadianencyclopedia.com/articles/annabel-lyon
Diógenes Laercio: Vida de los filósofos más ilustres, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1947