martes, 19 de octubre de 2010

Descubrimiento de un poeta

Me envían desde Holanda estos dos poemas de Mario Luzi, "para tener un día bellísimo". Confieso que no sabía quién era Mario Luzi. Ahora sé, por lo menos, que fue un poeta y traductor italiano (Florencia, Italia, 1915-2005), importante representante de la corriente hermética de la poesía, impulsada en los años treinta como una renovación poética "animada por la exigencia de conferir al lenguaje poético una nueva credibilidad, más profunda y humana" (Entrevista con Mario Luzi en El Correo de la Unesco, abril 1997).
"La Barca" (1935), "Avvento notturno" (1940) y El giusto della vita" (1960) son algunas de las obras poéticas de Luzi, de quien los críticos han destacado siempre el libro "Primizie del deserto" (1952), de inspiración existencialista. (elmundo.es, 2005, obituarios)



DIANA, DESPERTAR
El viento libre luce entre los humos
de la llanura, el monte ríe raro
iluminándose, surgen relumbres
del agua, ¿hay mensaje más caro?

Hora es de levantarse, de vivir
puramente. Ya vuela en los espejos
un sonreir, un temblor en los vidrios,
vuelve un sonido a confundir los oídos.

Y tú acudes alegre y contradices
de inmediato a la muerte. Así cuando
se abre una puerta desbordan felices
los colores, la sombra va de vuelta

a disolverse. Nacen rientes imágenes,
en la sangre se filtra, ciego vuelve,
el espíritu del sol, nos llevan céfiros
consigo: a existir, a extinguirse en un día.


DIANA, RISVEGLIO
Il vento sparso luccica tra i fumi
della pianura, il monte ride raro
illuminadosi, escono barlumi
dall’acqua, quale messaggio più caro?

È tempo di levarsi su, di vivere
puramente. Ecco vola negli specchi
un sorriso, sui vetri aperti un brivido,
torna un suono a confondere gli orecchi.

E tu ilare acorri e contraddici
in un tratto la morte. Cosí quando
s’apre una porta irrompono felici
i colori, esce il buio di rimando

a dissolversi. Nascono liete immagini,
filtra nel sangue, cieco nel ritorno,
lo spirito ldel sole, aure ci traggono
con sé: a esistere, a estiguerci in un giorno.

MARINA
Qué exhaustas aguas contra la frágil costa,
qué oleada gris contra los postes. E islas
más allá y bancos donde un incierto afán
se separa del día que nos deja.

Qué dispersas lluvias navegas, qué luces.
¿Cuáles? ignora si no finge el pensar,
si no recuerda niega: allá viví,
consciente aquí del tiempo de otro modo.

Qué memoria heredamos, qué imágenes,
qué edades no vividas, qué existencias
fuera de la alegría y del dolor
luchan en la marea con los muelles

o en el mar que florece y se despide.
Regresas tú, te acoges a esta orilla
y en el cielo que zarpa chirría un pino
de pájaros que vuelven, corazón.

MARINA
Che acque affaticate contro la fioca riva,
che flutti grigi contro i pali. Ed isole
più oltre e banchi ove un affanno incerto
si separa dal giorno che va via.

Che sparse piogge navighi, che luci
Quali? il pensiero se non finge ignora,
se non ricorda nega: là fui vivo,
qui avvisato del tempo in altra guisa.

Che memorie, che immagini abbiamo ereditate,
che età non mai vissute, che esistenze
fuori della letizia e del dolore
lottano alla marea presso gli approdi

o al largo che fiorisce e dice addio.
Rientri tu, ripari a questa proda
en el cielo che salpa un pino stride
d’uccelli che rimpatriano, mio cuore.