martes, 8 de junio de 2010

El paraíso de los libros

Estuve hace poco en una librería  que me recomendaron, y quedé maravillada: es un local pequeño en la séptima con calle 70, atiborrado de libros, pero sobre todo,  de  libros que no se encuentran en otras librerías.
La mesa de novedades tiene varias pilas, pero no de libros iguales sino ¡todos distintos! Toca, entonces, mirar uno por uno, ir moviendo de una pila a otra, todo ese ritual que los compradores compulsivos de libros adoramos.
Tiene, además, un segundo piso de literatura universal e infantil (según me dijeron, ya que la cuenta del primer piso me impidió subir, pero lo haré próximamente) y, lo más importante: sus libreros  saben de libros,  saben qué tienen y qué pueden recomendar.
Encontré un precioso libro de cuentos de Marcel Schwob, de quien Borges dijo que en todas partes del mundo sus devotos constituían pequeñas sociedades secretas, y en cuya literatura encontramos al maestro de ese otro gran maestro argentino.
Conocí, también, a Pierre Michon, de quien no había leído nada, y me llevé sus "Mitologías de Invierno" y "El Emperador de Occidente", historias sencillamente preciosas. También "Praga en tiempos de Kafka", de Patrizia Runfola; "Mondo y otras historias", de Le Clézio; ¡ah! y el regalo que había ido a buscar.
Me encantó esta librería, lo cual es un peligro para mis finanzas, pero ¡qué deleite para mi espíritu!.
Vayan sin miedo pero, eso sí, con dinero, porque seguramente se antojarán de algo maravilloso que espera en sus estantes.