lunes, 16 de agosto de 2010

Doré, imaginación y sueño

Ayer, en la Feria del Libro de Bogotá, me encontré con este ejemplar de "Las Cruzadas" con las ilustraciones de Gustave Doré, a un precio excelente y, sin dudarlo, lo adquirí. El libro reúne cien ilustraciones que hizo este artista, ilustrador y grabador francés del siglo XIX (Paul Gustave Doré, Estrasburgo, Francia, 6 de enero de 1832 – París, Francia, 23 de enero de 1883) para una historia de las cruzadas. Los textos que acompañan las ilustraciones en este ejemplar, de Francisco Caudet Yarza y María José LLorens Camp (Edimat Libros, España) no son muy buenos, son algo confusos, aun cuando debemos reconocer que no resulta fácil resumir en pocas páginas una historia tan compleja como la de esta "guerra santa" adelantada por la recuperación de Jerusalem y del Santo Sepulcro de manos de los musulmanes, que se inició en el año 1095 y se dio por terminada en 1270.
Muchas personas participaron en las cruzadas buscando a Cristo, siguiendo sus pasos, con una fe que no admitía dudas, con los dogmas que la Iglesia Católica sembró en los hombres del medioevo y con los que quiso dominar al mundo.  Otros partieron guiados por la ambición, por ansias de poder y de riquezas, y en la Tierra Santa perpetuaron sus disputas, cometieron atropellos, atrocidades y vejámenes en los pueblos del oriente, quienes defendieron sus tierras y su religión con igual ferocidad.
 En sus ilustraciones, Doré imagina, un poco irónicamente a mi modo de ver,  la luz de Cristo girando sobre los cruzados, y al tiempo nos muestra los miles de muertos que estas ilusiones medievales ocasionaron y la crueldad de la guerra.  
Doré es un romántico,  no sólo por la época en la que vivió, sino también por su imaginación desbordada, por su preciosismo, su mezcla de símbolos cristianos y mitos antiguos, y su tendencia hacia los modelos clásicos.
El romanticismo, en literatura, es el estilo de Blake, Coleridge, Wordsworth, Keats, Walter Scott, Novalis, Rousseau, entre otros.
Y románticas son las historias de las cruzadas, de los caballeros de la Orden del Temple, de los caballeros de Jerusalem, del Santo Grial, de Saladino y Ricardo Corazón de León, con su capacidad de evocar las gestas heroicas de otros tiempos, magnificadas por la literatura y el arte por encima de su realidad.
Doré ilustró, también, escenas de La Divina Comedia, la Biblia, El Paraíso Perdido y El Quijote, entre muchas otras, dejándonos miles de ilustraciones y grabados que recogen su visión del mundo y complementan  con sus sueños el universo de los creadores.

NOTA: Para saber algo más de las cruzadas, remito a la obra de Robert Payne, "El sueño y la tumba", Historia de las Cruzadas, Ediciones Península, Barcelona.
En la página http://dore.artpassions.net/ se encuentran publicadas muchas ilustraciones de Doré.


1 comentario:

  1. En sus ilustraciones, Doré imagina, un poco irónicamente a mi modo de ver, la luz de Cristo girando sobre los cruzados, y al tiempo nos muestra los miles de muertos que estas ilusiones medievales ocasionaron y la crueldad de la guerra.
    Por este comentario suyo, se nota que no entiende lo que significó para Doré la vanalidad y fugacidad de la vida terrena y que vale la pena perderla por alcanzar la Vida Eterna. Mal comentario.

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